(EFE). El presidente Luiz Inácio Lula da Silva y sus ministros defendieron en la Cumbre la política brasileña de biocombustibles, como el etanol de la caña de azúcar y el diésel derivado de semillas oleaginosas.
Según los delegados, las posiciones de Brasil y Venezuela eran encontradas en torno al tema, pero finalmente se alcanzó un consenso mínimo.
Lula no dio detalles a la prensa sobre el tema del etanol y su participación en los debates no llegó a la luz pública, porque la transmisión por televisión para la sala de prensa de la cumbre fue cortada poco después que habló Chávez y durante la primera intervención del presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
Tres fuentes diplomáticas dijeron que la alocución del mandatario brasileño fue muy completa y densa, al explicar a su colegas detalles sobre la industria de etanol de su país.
Lula dijo que no hay malestar respecto a la producción de etanol y observó que en la declaración final de la cumbre hay “un reconocimiento” a los combustibles renovables.
“Solo para que haya una idea, países como Venezuela están comprando etanol de Brasil”, señaló.