El ex obispo y presidente Fernando Lugo justificó ante la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) la incapacidad de su Gobierno para encontrar una solución a corto plazo a la crisis del campo, la inseguridad y otros problemas sociales que enfrenta en los primeros 84 días de mandato.
Los obispos exigieron señales positivas para encontrar una salida a la crisis del campo. Lugo pidió ayuda a sus ex colegas.
Acompañado de los ministros Rafael Filizzola (Interior), Dionisio Borda (Hacienda) y Augusto Dos Santos (Comunicación), el mandatario se tras-ladó ayer hasta el local de la CEP, donde se reúnen los religiosos para analizar, entre otras cosas, la situación del país.
Desde que asumió el gobierno, es la primera vez que Lugo se encuentra con la cúpula de la Iglesia Católica, de la que formó parte antes de lanzarse a la arena política.
Durante casi dos horas, el ex obispo expuso una serie de acciones desarrolladas principalmente para paliar la crisis en el campo, que hoy está en una situación candente.
Expuso la realidad del Estado y de sus dificultades. Mencionó la pesada herencia que está recibiendo de manos coloradas y que muchos planes aún no se pueden llevar adelante. Citó el caso de Aduanas, donde el 99% de los funcionarios son nombrados y no pueden ser destituidos de “buenas a primeras”. Esto dificulta la disponibilidad de fondos para impulsar la mentada reforma agraria.
SIGNOS. Los obispos, liderados por monseñor Pastor Cuquejo, esperan signos del presidente de la República para paliar la situación del campo. Los religiosos sugirieron como medida de urgencia la titulación de propiedades en San Pedro y en el departamento Central.
El Gobierno habló de un plan de contingencia para socorrer a los campesinos que están protestando en las calles.
“SE LES FUE DE LAS MANOS”, SOSTUVO MONSEÑOR MEDINA
Monseñor Mario Melanio Medina criticó la actuación policial que el pasado miércoles reprimió a los campesinos del Frente Popular y Social que se apostaron frente a la Fiscalía para exigir la remoción de ministros de la Corte y del fiscal general del Estado.
“Está muy mal la reacción de la Policía. Eso ya no debiera suceder en este Gobierno. Si en la transición sigue sucediendo eso, ahora ya no debe suceder. Me parece que se le escapa de las manos, por ahora”, sentenció el religioso, que se había declarado luguista durante la campaña, a diferencia de otros obispos.
El ministro del Interior, Rafael Filizzola, reconoció ante los obispos que se actuó mal en la reacción frente a la provocación de algunos labriegos.
En el mismo sentido, monseñor Adalberto Martínez expresó que es urgente que el gobierno de Lugo encare una solución a la exigencia de reforma agraria para evitar que empeore la situación.