Vecinos del Barrio Viñas Cué de Asunción, afectados por la contaminación de tres areneras, se manifestaron ayer frente al Instituto de Enfermedades Respiratorias Juan Max Boettner para exigir atención médica gratuita. Los afectados se quejan de obstrucción respiratoria y lesiones cutáneas a causa de la aspiración del polvo generado por la actividad de tres industrias que siguen operando a pesar de una orden de clausura.
El director del servicio hospitalario, Gilberto Chaparro Abente, dispuso la asistencia de los pacientes, aunque aclaró que no presentará ningún informe general del grupo, porque no recibió el pedido de ninguna entidad ambiental. “Se les está atendiendo como cualquier ciudadano, pero nadie me ha solicitado un informe especial ni tampoco avisaron sobre su llegada”, indicó algo molesto, porque la presencia inesperada de esta treintena de personas afectó los turnos normales de consultorio.
Por su parte, los vecinos afirmaron que la consulta masiva constituyó una manera de visibilizar su problema. “El objetivo es llamar la atención sobre la forma en que la Justicia es totalmente permisiva con los areneros y actúa con brutal ensañamiento contra la gente humilde que defiende su derecho a la salud y a vivir en un ambiente saludable”, explicó Rossi Ortigoza, dirigente del grupo.
INTERVENCIÓN. La Secretaría del Medio Ambiente ya ordenó el cierre de las areneras, debido a que operan ilegalmente, sin la licencia requerida. Asimismo, la Fiscalía a cargo de María Bernarda Álvarez realizó la imputación penal de sus propietarios: Pedro Peña, Jorge Venica y Judith Ríos. Sin embargo, las empresas siguen operando con total impunidad.
Fueron detenidos
Desde hace tres meses, los afectados vienen realizando manifestaciones al borde del camino de acceso a las areneras. Ya soportaron dos represiones policiales. En una pasada manifestación, la unidad fiscal de Zeballos Cué ordenó la detención de 14 personas, entre las que se encontraba una embarazada, mujeres con niños en brazos y amas de casa, con el argumento de resistencia a su autoridad y obstrucción del tránsito terrestre.