01 dic. 2023

Los sobrevivientes recuerdan el terror del alud del Everest

Cuando Khile Sherpa abrió los ojos, la nieve a su alrededor era roja brillante, procedente de la sangre que salía de los cortes en su cuerpo, provocados por la avalancha que se precipitó hasta el campamento base del monte Everest el mediodía del sábado.

Destrozos.  Rescatistas observan el poder destructivo de la avalancha en uno de los campamentos bases.

Destrozos. Rescatistas observan el poder destructivo de la avalancha en uno de los campamentos bases.

Khile fue uno de los 15 primeros sobrevivientes trasladados desde el Everest a Katmandú ayer, después de que un potente terremoto golpeó Nepal el día anterior, matando a más de 2.400 personas, al menos 17 de ellas en la avalancha que afectó a la cumbre más alta del mundo.

“Fue un sonido monstruoso, como si los demonios hubieran descendido sobre la montaña”, dijo Khile a Reuters, con una venda alrededor de su cabeza que le cubría la mitad de su cara.

Como otros cientos de víctimas del sismo, este guía de montaña de 20 años esperaba para ser atendido fuera del saturado hospital Colegio Médico de Katmandú.

Khile recordó que acababa de servir al almuerzo a un grupo de escaladores extranjeros en el campamento cuando escuchó un rugido en lo alto de la montaña.

Segundos después, se precipitó una gran nube de hielo y piedras y quedó inconsciente durante, calcula, una hora. Un equipo de médicos lo encontró en la nieve sangrando de una herida en la cabeza. Lo vendaron y llevaron para pasar la noche en una tienda de campaña perteneciente a otro grupo de escalada llamado Seven Summit.

Khile era uno de los cerca de 1.000 montañistas y guías sherpas en el Everest cuando golpeó la primera avalancha, cobrando la mayor cifra de muertes en la historia del montañismo.

Otro escalador dijo que una gran parte del campamento parecía que fue devastada por una “explosión nuclear”. REUTERS

Más contenido de esta sección
La sociedad argentina optó por el cambio, ganó Milei y ahora le toca gobernar. Está por verse si su estilo de liderazgo alcanza para implementar las duras medidas necesarias para ordenar la economía, recuperar la confianza e impulsar la inversión y el crecimiento.
Los primeros 100 días están marcados por la intrascendencia de las medidas positivas y por decisiones del Gobierno que posteriormente debieron ser revocadas por los conflictos que generaron. En definitiva, un saldo neto negativo. Este resultado contrasta con el gran poder de decisión con el que cuenta el presidente, dado que tiene mayoría absoluta en el Poder Legislativo y no tiene que negociar acuerdos ni ministerios con otros partidos políticos. En estos 100 días no ha aprovechado para hacer los cambios legislativos urgentes que se requieren las finanzas públicas y mover la economía hacia un modelo que genere mayores y mejores empleos.
En la oposición de nuevo dieron muestras de la poca capacidad de hacer política con la que se cuenta como si no faltaran ejemplos y antecedentes.
Un video que muestra al presidente en un colectivo conversando con los pasajeros motivó airadas críticas en las redes sociales, en medio de la cotidianidad en la que ya se convirtieron las reguladas del transporte público. Lamentablemente, en los primeros cien días del nuevo Gobierno el servicio no ha tenido cambios y la anécdota del titular del Ejecutivo sentado en una unidad de transporte enerva y ofende a una ciudadanía que ya está cansada y resignada a que sus autoridades ignoren el vía crucis diario que deben padecer los usuarios.
Con un montón de dilaciones presentadas por la defensa, por fin se confirmó esta semana el juicio oral para el ex gerente de Canal 9, Carlos Granada, por coacción, coacción sexual y violación y acoso sexual.
El anhelo de una Justicia imparcial e independiente se está viendo frustrado debido a la estrategia de copamiento por parte de un sector del Partido Colorado: el cartismo. Este sector está sacando el máximo provecho de la mayoría que tiene la ANR en ambas cámaras del Parlamento. Resulta peligrosa la soberbia de quien puede imponer su mayoría, incluso para forzar nombramientos que rayan lo inconstitucional. Con estas decisiones hacen un gran daño a la democracia y demuestran su desapego del estado de derecho.