07 feb. 2025

Los rusos recuerdan el quince aniversario del fin de la URSS

Mijail Gorbachov, que siempre había sido alabado por sus dotes como orador, ofreció hace 15 años un emotivo discurso en el que informaba su renuncia y el fin de la otrora omnipotente URSS y defendió la Perestroika.

Ignacio Ortega, de EFE
Moscú-Rusia
Rusia recordaron ayer el quince aniversario del histórico discurso en el que Mijail Gorbachov anunció su dimisión y firmó el certificado de defunción de la otrora omnipotente Unión Soviética.
Gorbachov, como informó Pavel Palaschenko, el portavoz de la Fundación Gorbachov “no participó en ningún acto especial”.
El Estado soviético había dejado de existir cuatro días antes, pero la dimisión del último dirigente soviético en una alocución televisada el 25 de diciembre de 1991 convenció a los últimos incrédulos de que la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) había desaparecido.
Los turistas que visitaban anoche la Plaza Roja fueron testigos de excepción de cómo se arriaba la bandera soviética y se izaba la tricolor bandera zarista de la nueva Rusia, comandada por Boris Yeltsin.
“No hay nada que celebrar. Gorbachov nunca fue un comunista. No pudo preservar la URSS, porque tenía otra tarea en mente, su desmoronamiento”, declaró Gennadi Abashin, pensionista y traductor de inglés en sus ratos libres.
De la misma opinión es María, de 24 años, que considera que Gorbachov debería “haber modernizado el país para evitar la desintegración”.
“Entre las repúblicas existían fuertes lazos. Teníamos muchas cosas en común”, dijo mientras paseaba bajo una incesante nieve frente al Kremlin.
Gorbachov, que siempre había sido alabado por sus dotes como orador, ofreció aquella noche un emotivo discurso en el que hizo acto de contrición, pero defendió las reformas introducidas durante la Perestroika.
La intervención no fue una sorpresa, ya que había sido filtrada a los medios de comunicación en la víspera, y estaba motivada por la “nueva realidad política” surgida tras la creación de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) el 8 de diciembre.

“INTEGRIDAD DEL PAÍS”. Gorbachov abogó por la “independencia de los pueblos”, pero también por la “preservación del estado” y la “integridad del país”, e insistió en que decisiones de “tamaña envergadura” como el fin de la URSS deberían haberse aprobado mediante la expresión de la “voluntad popular”.
“Tenemos mucho de todo, tierra, petróleo, gas, carbón, metales preciosos, otras riquezas naturales y tampoco Dios nos ofendió en cuanto a inteligencia y talentos, pero vivimos mucho peor que los países desarrollados”, dijo.
En una de sus frases más célebres, Gorbachov expresó su pesar porque la gente “pierda la ciudadanía de un gran país” y exhortó a todos a “conservar las conquistas democráticas": elecciones libres, libertad de prensa y de conciencia, pluripartidismo, respeto a los derechos humanos, reforma agraria y propiedad privada.
Desde el principio, Gorbachov insistió en la viabilidad del “Estado”, pero se mostró en todo momento dispuesto a cooperar en aras de una transición ordenada y de la consolidación de la nueva comunidad pos-soviética.
De hecho, Gorbachov ya había sido despojado de todos los símbolos del poder el 21 de diciembre cuando los líderes de 11 de las antiguas 15 repúblicas de la URSS –menos Georgia y las tres bálticas– nombraron un nuevo comandante de las Fuerzas Armadas.
“Gorbachov no calculó bien sus fuerzas. La dimisión fue la mejor decisión que pudo tomar”, opina otra pensionista Tania, de 58 años.
El último dirigente soviético, de 75 años, regresó recientemente al “trabajo” tras someterse a mediados de noviembre a una complicada operación en la arteria carótida en una clínica de Múnich, que previno un posible derrame cerebral.
Por consejo de los médicos, Gorbachov ya no viajó el 17 de noviembre a la tradicional Cumbre de Premios Nobel de la Paz en Roma.

La frase
“Tenemos mucho de todo, tierra, petróleo, gas, carbón, metales preciosos, otras riquezas naturales y tampoco Dios nos ofendió en cuanto a inteligencia y talentos, pero vivimos mucho peor que los países desarrollados.”

En la investigación política, social y económica
Mijail Gorbachov, Premio Nobel de la Paz 1990, encabeza en la actualidad la Fundación que lleva su nombre y que se dedica a la investigación política, social y económica. Además, en junio pasado anunció la compra del 10 por ciento de las acciones del bisemanario independiente “Nóvaya Gazeta”, donde escribía la asesinada periodista Anna Politkovskaya. A pesar de sus diferentes estilos, Gorbachov se ha convertido en los últimos años en un valedor del presidente ruso, Vladimir Putin, aunque también ha criticado la involución de las libertades civiles en Rusia. “Gorbachov contribuyó a la desaparición de la URSS. Es más, fue la clave del desastre. Se dejó usar como un títere. Ahora, debería vivir como un jubilado y abstenerse de participar en la vida política. Su momento ya pasó", opinó Boris, de 28 años. Según los sondeos de opinión, más de la mitad de los rusos siente nostalgia de la URSS, porcentaje que supera el 75 por ciento en los mayores de 60 años.