Por Nelson Avezada Girett
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La demanda real actual del biodiésel en Paraguay, para la mezcla con el gasoíl al 1%, es de 870.000 litros por mes, lo que significa un volumen de 10.440.000 litros por año. Si avanzamos a 5% de adición, la necesidad se incrementará a 4.350.000 litros por mes y 52.000.000 de litros por año.
La proyección del negocio es bastante atractiva si precisamos que es factible agregar al gasoíl fósil hasta 20% del biodiésel, lo que hace muy atractivo el negocio, por lo que varias empresas nacionales como de otros países están preparando numerosos proyectos de inversión.
Es más, la Resolución Nº 234 del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) habilita la mezcla de 1% hasta el 31 de diciembre del presente año. Luego se eleva a 3% durante el año 2008 y 5% durante el año 2009. Ello significa que en la práctica hay mínima cantidad del combustible alternativo en cuestión, lo que va a empujar al sector privado a hacer fuertes inversiones para satisfacer la necesidad del mercado cautivo que tiene en el país.
El presidente de Petropar, Ing. Alejandro Takahashi, aseguró que la petrolera estatal está en condiciones de comprar toda la producción de biodiésel, siempre que las empresas productoras estén habilitadas legalmente y cumplan las normas técnicas establecidas para el caso.
Hoy en día la producción de biodiésel con relación al precio del petróleo no representa ventaja para la empresa estatal, atendiendo que Petropar está pagando 3.850 por litro y el precio final al consumidor del diésel es de 3.950 por litro, según explicó el propio Alejandro Takahashi.
“Hoy no representa todavía un impacto en los precios. Lo que se pretende es alentar la producción y la inversión en el país. En etanol ya hay un empuje importante, y desde este año vamos a ser autosuficientes, pero en el biodiésel la expectativa es muy auspiciosa”, resaltó.
Al ser el 1% la incidencia por litro del biodiésel con el gasoíl, aún el consumidor no encontrará ventajas de precios, pero los beneficios sociales para el país serán apreciables: el productor podrá colocar su materia prima, la industria trabajará en el rubro, el mercado absorberá lo fabricado y toda una cadena productiva se activará, al haber posibilidad de colocación efectiva.
ALCOHOl. Este carburante, que se mezcla con las naftas hasta de 95 octanos, también está ganando terreno en el mercado nacional de los combustibles.
La producción no se puede incrementar a niveles deseados por falta de caña de azúcar, aunque el área de siembra se va extendiendo año tras año en el país y los ingenios podrán moler mayor tiempo.
Brasil quiere sellar una alianza con el Paraguay
Brasil quiere establecer una alianza estratégica con Paraguay en el campo de los biocombustibles, según lo afirmó en declaración a Última Hora, Antonio José Ferreira, director general del departamento de Energía de la Cancillería brasileña.
“El presidente Luiz Inácio Lula da Silva viene a Paraguay a finales de mayo, y la idea es preparar algunos convenios energéticos sobre temas concretos y realizables para desarrollar las industrias en Paraguay”, dijo.
Por otro lado, el funcionario de Itamaraty recibió el planteamiento del sector paraguayo de que Brasil sirva a Paraguay como plataforma de exportación de etanol, ya que desde el próximo año nuestro país podría tener excedente que colocar en el exterior.
Ferreira mantuvo una reunión con la Mesa Sectorial Paraguaya de Biocombustibles. En la oportunidad ratificó que Brasil está dispuesto a cooperar e incluso enviar técnicos para transmitir conocimientos en materia del etanol, atendiendo que tienen una producción en escala.
Uno de los problemas de los productores paraguayos de caña de azúcar es la semilla. Por esa razón, el promedio apenas alcanza este año 60 toneladas por hectárea, en promedio, cuando que el Brasil ya se supera 85 toneladas.