16 ene. 2025

Los niños víctimas de las drogas están abandonados

Pese a que el problema se agrava y se vuelven cada vez más agresivos por efecto de la intoxicación, las autoridades locales no actúan. La Policía no se inmiscuye porque después son denunciados los intervinientes.

Por Wilson Ferreira
Ciudad del Este
En los últimos tiempos en Ciudad del Este es común observar a muchos niños en situación de calle durmiendo en la vereda de las paradas de colectivos, ubicadas en el acceso al microcentro de esta capital departamental. En el mismo lugar se surten de la droga, donde un supuesto copetín funciona como centro de venta y distribución.
Los menores drogados cometen asaltos en el sector, mientras la Policía se resiste a actuar con el argumento de que terminan siendo denunciados por algunos organismos de derechos humanos.
Se estima en que la zona opera un grupo de 10 a 15 niños y adolescentes, que se drogan con “piedrita”, o crack, y cola de zapatero y duermen en la calle o en el acantilado, ubicado en la cabecera del Lago de la República, al costado de la avenida Concejal Romero.
El sector es jurisdicción de la Comisaría Primera del barrio San Agustín, cuyos efectivos sólo hacen cobertura esporádica en el lugar, mientras que agentes de la Agrupación Montada también realizan recorridos intermitentes en el sector.
Mortal efecto. La cocaína es una droga estimulante y altamente adictiva. El crack, que es lo que consumen los chicos en Ciudad del Este, es la cocaína que no fue neutralizada por un ácido para convertirse en sal de clorhidrato (la forma en polvo de la cocaína).
El crack viene en forma de cristales de roca que se pueden calentar y cuyos vapores se pueden fumar. El término “crack” se refiere al crujido que se oye cuando se calientan los cristales.
No importa la forma ni la frecuencia de consumo, el usuario de cocaína se expone a tener una emergencia cardiovascular o cerebrovascular aguda, como un ataque al corazón o al cerebro (éste último también conocido como apoplejía, embolia, derrame cerebral o trombosis), que pueden resultar en la muerte súbita. Las muertes relacionadas con la cocaína a menudo son el resultado de un paro cardiaco o una convulsión seguida de un paro respiratorio.
La cocaína es un estimulante poderoso del sistema nervioso central que interfiere con el proceso de reabsorción de la dopamina, un mensajero químico asociado con el placer y el movimiento. La acumulación de la dopamina resulta en una estimulación continua de las neuronas “receptoras”, lo cual está asociado con la euforia comúnmente reportada por las personas que abusan de la cocaína.