Por Roberto Gómez Palacios
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Varios exponentes de nuestra música en diversos estilos, en especial jóvenes que abrazan este arte, representaron a Paraguay en escenarios del mundo, en los que antes poco o nada se conocía de nuestras melodías.
En el ámbito folclórico continuaron los festivales como el de Ypacaraí, Takuare'ê, del Poncho, entre otros, que son los últimos bastiones del folclore paraguayo, donde los nuevos valores salieron a relucir.
A esto se suman grandes competencias interpretativas, entre los que se destaca el Concurso Cardozo Ocampo, que este año fue en guitarra y requinto. Fue sorpresiva la excelente ejecución instrumental del no vidente Milciades Brítez junto con su compañero Carlos Reinoso, quienes de Pedro Juan Caballero saltaron a un escenario de Washington, Estados Unidos, donde el público los aplaudió de pie.
EL ROCK. Poco a poco, en los grandes eventos musicales se da mayor prioridad a los nacionales, como ocurrió en el último Pilsen Rock. Eso ayudó a que algunos grupos se posicionaran y fueran invitados al extranjero.
La banda Ese Ka’a participó al sexto día del Pepsi Music Festival, realizado en el Estadio Obras de Buenos Aires. Durante ese concierto se escuchó un repetitivo "¡Olé olé olé oléee Ese Ka’a!”, algo inédito entre los argentinos.
Revolber llegó a Caracas, Venezuela, en el Festival de Nuevas Bandas, seleccionado entre los 20 mejores grupos latinos, y Paiko no quedó atrás y tocó en varios escenarios europeos durante la Copa de Fútbol Alemania 2006.
El rock paraguayo toma fuerza con el paso del tiempo. Las bandas se multiplicaron y la grabación de cedés aumentó notoriamente, dado que este año 9 grupos rockeros grabaron sus materiales, mucho más que en años anteriores.
MÚSICA CULTA. Y en la música culta, una sorpresa para muchos fue la aparición de un joven de 13 años, cuyo hobbie es componer piezas de música clásica. Óscar Aguilar Mas salió de Paraguarí rumbo a Europa, donde estrenó su segunda obra, enviado como representante con otros tres jóvenes del proyecto Sonidos de la Tierra. A Óscar lo llaman “El Mozart paraguayo” en el viejo continente.
En el campo instrumental otros grandes de nuestra música llevaron nuestra esencia a recorrer el mundo. La guitarrista Luz María Bobadilla brindó una gira en Europa y Asia; la también guitarrista Berta Rojas y el requintista Juan Cancio Barreto se consolidaron como dúo en Europa y América. El año culmina con esperanzadoras visiones para el año que comienza. La música hecha e interpretada por nuestra gente es una luz de esperanza en medio de tanta injusticia social, cuya llama cada vez ilumina con mayor intensidad.
Lo más positivo
Las radioemisoras locales incluyen en su programación más canciones de paraguayos, lo que se traduce en más espacios a los grupos y solistas. El último gran suceso, que acapara casi todas las estaciones sin diferenciar su estilo, es la cumbia “La bandida” interpretada por “Cachiporro”, convertido en el hit del momento.