24 abr. 2024

Los gobernadores deben rendir cuentas sobre dinero de salud

No se debe perdonar que 9 de los 17 gobernadores no rindan cuentas del dinero que se les ha destinado de los fondos de Salud para hacer frente a la pandemia de Covid-19. La transparencia en el uso de los recursos públicos es una obligación, además de una responsabilidad ética, para todas las autoridades, mucho más en esta época en que miles de familias sufren por la falta de mayor atención gubernamental para hacer frente a la crisis, cuando la falta de una debida asistencia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos pacientes graves. Así como se exige un control más estricto al uso del dinero de las entidades binacionales y de otras instancias del poder central, también los gobernadores, sean del color político que sean, deben explicar en qué han invertido cada guaraní que se les ha concedido en esta emergencia.

Aunque a estas alturas ya no constituye una sorpresa, no deja de causar indignación en la ciudadanía que nueve de los diecisiete gobernadores de las distintas regiones del país no hayan rendido debidas cuentas y estén en falta con la transparencia respecto a la utilización de los fondos de Salud para hacer frente a la pandemia del coronavirus, según consta en el informe de la Comisión Bicameral de Control de Recursos de la Ley de Emergencia Sanitaria.

Como se podrá recordar, de los 514 millones de dólares de los fondos de Salud, se había redireccionado un total 17 millones a las gobernaciones, es decir, 1 millón de dólares a cada gobernador, quienes por ley y por obligación moral deben rendir cuentas sobre el detalle de los gastos.

Los que no lo hicieron son en total nueve: Édgar Idalino López Ruiz (PLRA), de Concepción; Carlos Alcibíades Giménez Díaz (ANR), San Pedro; Hugo Alberto Fleitas Ovelar (PLRA), Cordillera; Pedro Alejandro Díaz Verón (ANR), Caazapá; Juan Alberto Schmalko Palacios (ANR), Itapúa; Roberto Luis González Vaesken (ANR), Alto Paraná; Hugo Javier González Alegre (ANR), Central; Ronald Enrique Acevedo Quevedo (PLRA), Amambay; y José Domingo Adorno Mazzacote (ANR), Alto Paraguay.

Como se podrá percibir, la irresponsabilidad y falta de transparencia están repartidas por igual entre colorados y liberales. La falta de escrúpulos en el manejo del dinero público es un mal que persiste entre las autoridades y los administradores públicos, por encima de los colores de cada partido político.

En cuanto a las gobernaciones que sí rindieron cuentas, según un informe difundido ayer por este diario, solamente se dieron a conocer las cifras generales de lo que se utilizó, pero no el detalle del gasto. En la normativa, que tiene vigencia hace más de un año, se incluyeron millonarios préstamos y se establecieron asignaciones a diferentes entes, cuyas autoridades están obligadas a presentar la rendición de cuentas de los gastos tanto a la Contraloría General de la República como a la Bicameral de Control.

La transparencia en el uso de los recursos públicos es una obligación para quienes los administran, además de una responsabilidad ética, mucho más en esta época en que miles de familias sufren por la falta de mayor atención gubernamental ante las críticas situaciones generadas por la pandemia, principalmente en el área de la salud pública, cuando la falta de una rápida respuesta o de una debida asistencia a quienes son víctimas de contagio puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para muchos pacientes graves.

Así como actualmente se exige ejercer un control más estricto al uso del dinero de las entidades binacionales y de varias otras instancias del poder central, también los gobernadores, sean del color político que sean, deben explicar en qué han invertido cada guaraní que se les ha concedido en esta emergencia, y en el caso de que directamente no rindan cuenta o surjan indicios de mala utilización de los recursos públicos en un momento tan dramático para la ciudadanía, deben asumir las consecuencias y ser debidamente procesados y sometidos a la Justicia.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.