El último cuerpo sin vida fue recuperado ayer, lunes, mientras 136 de los 150 heridos por el accidente continúan hospitalizados, señalaron las fuentes a través de la agencia oficial Xinhua.
El suceso ocurrió cuando unos trabajadores reparaban una fuga en el oleoducto que se había iniciado horas antes.
La explosión creó una enorme zanja en el terreno y causó grandes daños a edificios residenciales de la zona, destrozando además numerosos vehículos que circulaban por una carretera contigua.
En la misma zona del accidente se produjo un accidente similar en 1989, cuando varias explosiones de cinco tanques petroleros dejaron 19 muertos y 78 heridos.