Este jueves comenzó, como casi todos los días en los últimos meses de la guerra, con ataques masivos de drones por ambas partes contra objetivos situados lejos de la línea de contacto.
Ucrania denunció un ataque masivo ruso contra la región de Kirovogrado, en Ucrania central, en el que más de una decena de personas resultaron heridas y en el que fueron dañadas viviendas y otras infraestructuras civiles.
Mientras, en Rusia, la base aérea de Engels-2, una de las más importantes en las operaciones contra Ucrania de la aviación rusa, fue alcanzada por drones ucranianos que destruyeron, según fuentes oficiales de Kiev, misiles del Ejército del país de Vladímir Putin.
Desde la capital de Noruega, donde el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue recibido por las autoridades nacionales, el jefe de Estado de Ucrania volvió a acusar a Moscú de no tomarse en serio la idea de declarar una tregua.
Además, Zelenski insistió en que la parte ucraniana dejará de atacar infraestructuras enemigas una vez se hayan acordado los detalles del alto el fuego parcial.
Zelenski adelantó también que una delegación ucraniana se reunirá el lunes en Arabia Saudí con representantes de la administración del presidente estadounidense, Donald Trump.
Una lista para Trump
Kiev presentará entonces una lista de infraestructuras que no podrán ser atacadas durante el alto el fuego, que ha sido impulsado por EEUU como primer paso hacia la apertura de un proceso formal de negociaciones que ponga fin a la guerra.
Tras la llamada telefónica del martes de Putin con Trump, Moscú dijo que cesarían los ataques a infraestructuras energéticas.
Washington incluyó también entre los objetivos eximidos otras infraestructuras civiles. Zelenski planteó que se inclina por esta segunda opción y explicó que incluirá infraestructuras civiles no relacionadas con la energía en la lista, que Washington ha de presentar a Moscú tras recibirla el lunes de los emisarios del presidente ucraniano.
Centrales para EEUU
Otra de las cuestiones introducidas en la posible agenda de las negociaciones es la propiedad de las centrales nucleares ucranianas, después de que la Casa Blanca declarara el miércoles que Trump le planteó a Zelenski en la llamada telefónica que mantuvieron que estas centrales podrían pasar a ser controladas por EEUU como medida para evitar que Rusia pueda atacarlas o quedarse con ellas.
Zelenski también participó por videoconferencia en la reunión celebrada por el Consejo Europeo en Bruselas, en la que pidió a los líderes europeos que mantengan su presión a Rusia con sanciones.
MOSCÚ SE QUEJA. Desde Moscú, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, insistió en una de las exigencias rusas para que pueda declararse un alto el fuego por tierra, mar y aire que permita avanzar hacia una salida negociada del conflicto.
“Los suministros de armas al régimen de Kiev van en contra de sus declaradas intenciones de lograr la paz y llevarlo todo al cauce del arreglo diplomático”, dijo Zajárova. La portavoz reprochó a EEUU su decisión de reanudar los envíos de armas a Ucrania tras interrumpirlos para que Zelenski accediera a la petición estadounidense de aceptar la posibilidad de bajar las armas de inmediato para avanzar hacia la paz.
Los líderes de la Unión Europea (UE) instaron este jueves a acelerar las propuestas para movilizar hasta 800.000 millones de euros para impulsar el rearme, que incluyen otorgar 150.000 millones de euros en créditos para proyectos militares y compras de armamento. Los líderes buscan lograr más autonomía en el ámbito de la defensa, en especial ante la amenaza de Rusia y el giro de interés de EEUU.