Porfirio Lobo |
AFP
TEGUCIGALPA, HONDURAS
El presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, instaló ayer el “diálogo nacional”, en el que están ausentes representantes del derrocado mandatario Manuel Zelaya, para cerrar las fisuras originadas por el golpe de Estado del 28 de junio.
Representantes de los industriales, comerciantes, empresarios, campesinos, pobladores, médicos y artistas, entre decenas de sectores, se reunieron en un hotel de Tegucigalpa ante una mesa en la que estaba Lobo con miembros del opositor Partido Nacional (PN, derecha) para escuchar sus planteamientos.
Todos “tendrán un minuto para que nos escuchemos todos”, dijo Lobo a los distintos sectores que comparecieron para la elaboración de un “Plan de Nación” para los próximos decenios “que logre la reconciliación del país”.
A la reunión asistieron los contendientes que perdieron las elecciones ante el candidato conservador, el pasado 29 de noviembre.
Sin embargo, el gran ausente de este diálogo es el Frente de Resistencia contra el Golpe, que aglutina a medio centenar de sindicatos y asociaciones sociales y estudiantiles que apoyan a Zelaya.
Juan Barahona, uno de los dirigentes del Frente, aseguró en un comunicado que la “resistencia no participará en un diálogo con la oligarquía, a menos que anuncien la convocatoria de una constituyente” para reformar la Carta Magna.
Sin embargo, Barahona fue convocado al diálogo en calidad de presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH).
PROFUNDA CRISIS. Honduras se encuentra hundida en una profunda crisis tras el derrocamiento, el pasado 28 de junio, del presidente Manuel Zelaya, quien fue sustituido por el líder del Congreso, Roberto Micheletti.
Hasta ahora han fracasado todos los esfuerzos de la comu- nidad internacional por resti- tuir a Zelaya, quien, tras ser ex- pulsado del país, regresó clandestino el 21 de septiembre y se refugió en la Embajada de Brasil, donde aún se encuentra.
Micheletti pretende cerrar esta crisis y restablecer la ayuda internacional, que fue suspendida tras el golpe, con la llegada de Lobo a la presidencia, prevista para el 27 de enero.
El 8 de diciembre los presidentes de Costa Rica, Óscar Arias, y de Panamá, Ricardo Martinelli, advirtieron en un encuentro con Lobo, en San José, que para conseguir el reconocimiento internacional, debe lograr antes la renuncia de Micheletti.