08 feb. 2025

Lo ocurrido en Buenos Aires

Lo ocurrido en Buenos Aires me ha dado mucho que pensar en varios aspectos. Uno de ellos es la influencia del poder para querer determinar lo que es “bueno” o lo que es “nocivo”. Y esto no en teoría, sino también en la realidad.

La llamada reforma jubilatoria fue considerada un “mal” para centenares de miles de personas , que lucharon contra ella con todas sus fuerzas. Allí estaban presentes los presentes y futuros jubilados.

La misma reforma jubilatoria fue defendida como un “bien” por el presidente Macri. Puso argumentos para defenderla y la impuso mediante dos atributos del poder: la fuerza de la ley y los efectos de la represión.

Así, una vez más se cumplió a la fuerza lo que Nietzche escribió En la genealogía de la moral: “El duradero y dominante sentimiento global y radical de una especie superior domina en su relación con una especie inferior, los de abajo”. Para Nietzche era el poder de una raza, en Buenos Aires, el puro poder político nacido en unas malas elecciones.

Totalmente diverso a lo que afirma el teólogo José María Castillo: “Son las víctimas de este mundo quienes, desde su propia experiencia, se constituyen en únicos jueces capacitados para distinguir , con autoridad creíble y hasta indefectible, lo ‘bueno’ de lo ‘malo’”.

Con todo lo dicho se nos presenta una realidad ética ante los sucesos de Buenos Aires. El “mal” del poderoso en ocasiones parece ser el vencedor. Pero, será el pueblo.

Por efectos de la gripe me tuve que aislar y seguí todos estos acontecimientos por los canales de TV argentinos.

La parte ética de la reforma jubilatoria solo fue tratada por diputados. La casi totalidad del tiempo se empleaba en presentar a “salvajes” que arrancando piedras luchaban contra una “buena” policía que a mansalva disparaba balines de goma. Estos canales de TV, claramente, pertenecían a la clase dominante.