16 feb. 2025

Llegan casi a 500 las muertes por el tifón Durian en Filipinas

Los trabajos de rescate seguían ayer por tercer día consecutivo en la provincia de Albay, al este de Filipinas, donde el tifón Durian ha causado al menos 469 muertos y decenas de desaparecidos.

REUTERS-EFE
Daraga-Filipinas

Angustiados sobrevivientes buscaban ayer entre pilas de cadáveres las caras de sus seres queridos en el centro de Filipinas luego de que los deslaves desatados por el tifón Durian dejaran cientos de muertos.
Durian se movió el viernes hacia el Mar del Sur de China tras afectar a casi 800.000 personas en Filipinas y se esperaba que se debilite hasta convertirse en una tormenta tropical antes de impactar Vietnam el lunes.
Fuertes lluvias y vientos de hasta 225 kilómetros por hora desgarraron el jueves toneladas de lodo y piedras de las pendientes del monte Mayon, un volcán activo a unos 320 kilómetros al sur de Manila, afectando los pueblos cercanos.
El gobernador de la provincia más afectada, Alba, dijo que una pared de agua de 1,8 metros se había estrellado contra las pendientes del Mayon.
“No hemos visto nada como esto tal vez en cien años. Perdimos todo”, dijo Fernando Ronzales, agregando que 100 personas habían perecido por el torrente de agua.
La agencia nacional de desastres informó que un total de 469 personas han perdido la vida en las provincias del este. Sólo en Alba se cuentan 285 víctimas fatales. Al menos 293 personas están desaparecidas.
El número de muertos aumentó bruscamente cuando los rescatistas, algunos con sus manos desnudas, empezaron a sacar los cuerpos y extremidades del lodo.
“Ahora estamos en las operaciones de rescate. No creemos que haya ningún sobreviviente”, dijo Cedria Daep, director del consejo provincial de coordinación de desastres.
Comandantes del ejército solicitaron equipos con perros entrenados para la sombría búsqueda y sacos de cal para ocultar el hedor de los muertos. Debido a que las calles están bloqueadas, los soldados tuvieron que caminar durante horas para llegar a la zona del desastre.
“La escena destrozó mi corazón”, dijo el coronel Robert Morales. “Podría ver los cadáveres de mujeres y niños por todo el lugar”.
Miles de sobrevivientes se refugiaron en escuelas e iglesias, mientras las agencias de emergencias pidieron agua potable, alimentos y medicina.
Equipos del Ejército y de la Policía Nacional han unido sus esfuerzos dirigidos a salvar a posibles supervivientes en las zonas más afectadas por una riada de barro.
Unas 44.348 personas se encuentran en 190 centros de damnificados tras verse obligadas a abandonar sus hogares por el paso de Durian, que además ha ocasionado daños valorados en 5,60 millones de dólares (4,20 millones de euros) al sector agrícola y a las infraestructuras.
Mientras tanto, el Gobierno de Manila ha desembolsado 20 millones de dólares (15 millones de euros) para las operaciones de rescate y la asistencia humanitaria.
La catástrofe natural ha movido a la comunidad internacional a manifestar solidaridad con Filipinas.

Más ayudas
Mientras tanto, el Gobierno de Japón anunció ayer que enviará al país del Sudeste asiático una ayuda de emergencia por 175.000 dólares (131.000 euros) para ayudar a paliar los daños ocasionados por Durian. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, fue uno de los primeros dirigentes del mundo en llamar por teléfono a la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, para expresarle sus condolencias por la devastación causada por el tifón. Un equipo de bomberos españoles con perros adiestrados y ayuda de urgencia se desplazará hoy a Albay con una tonelada de ayuda, que incluye medicinas y un hospital de campaña. “El equipo está integrado por 8 cooperantes de Bomberos Unidos sin Fronteras.

Sentido pésame del Papa
El papa Benedicto XVI expresó su sentido pésame por la “trágica pérdida de vidas” originada en Filipinas por el tifón Durian, que ha causado ya más de 400 muertos. En un telegrama al nuncio apostólico en Filipinas, Fernando Flioni, el Papa encomendó los fallecidos a la “eterna piedad de Dios todopoderoso”, y expresó a todos los afectados su “cercana oración”. Benedicto XVI invocó para los familiares de las víctimas y los heridos “la fuerza y el consuelo divinos”, según el texto del telegrama enviado por el secretario de Estado vaticano, Tarsicio Betone. Asimismo, el Papa señaló que reza por los que participan en las labores de rescate y todos aquellos que prestan asistencia a las víctimas y les animó “a perseverar en sus esfuerzos para proporcionar ayuda y asistencia”.