La reunión de dos días de los países más ricos del mundo (19, a los que se suma la Unión Europea) se celebra en medio de críticas por su respuesta a la recesión mundial y cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue sin reconocer su derrota en las elecciones presidenciales.
Esta vez no hubo una gran ceremonia de apertura ni reuniones bilaterales, en una cumbre –el primer G20 en un país árabe– limitada a sesiones cortas online.
“Aunque somos optimistas sobre el progreso en el desarrollo de vacunas, terapias y herramientas de diagnóstico para el Covid-19, debemos trabajar para crear las condiciones para un acceso asequible y equitativo a estas herramientas para todo el mundo”, dijo el rey Salmán en su discurso inaugural, bajo la mirada del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, líder de facto del país.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una breve aparición en la que “habló de las acciones enérgicas y medidas de prevención de Estados Unidos para proteger a los vulnerables, los tratamientos pioneros e innovadores y el desarrollo de vacunas y terapias en tiempo récord, que salvarán millones de vidas”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Luego el dirigente republicano fue a un campo de golf cerca de Washington.
“¿Estaremos preparados para garantizar el acceso [a las vacunas] a escala mundial y evitar a toda costa el escenario de un mundo de dos velocidades?”, se preguntó el presidente francés Emmanuel Macron en su discurso.
Junto a la cuestión de la distribución de las vacunas, el G20 deberá responder a los llamamientos para ampliar su financiación para luchar contra el virus, que infectó a más de 56 millones de personas y mató a más de 1,3 millones.
“El acceso a la vacunación debe ser posible y asequible para todos los países”, dijo la canciller Angela Merkel mientras que el presidente brasileño Jair Bolsonaro aseguró que “desde el principio hemos hecho hincapié en que debemos cuidar la salud de las personas y la economía al mismo tiempo, el tiempo nos ha dado la razón”.
Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, afirmó que la lucha contra la pandemia “no es una tarea solo de los gobernantes: es una tarea colectiva de la comunidad internacional que exige suscribir un gran pacto de solidaridad global”.
Los países del G20 ya gastaron más de 21.000 millones de dólares para combatir el coronavirus. También se movilizaron unos 11 billones de dólares para salvar la economía mundial, según los organizadores. La deuda también es un tema candente en la agenda de la cumbre del G20, que culmina hoy.
Riesgo de una segunda ola
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, advirtió del “riesgo de la segunda ola” de coronavirus en Latinoamérica, al igual que está sucediendo en Europa. “Vemos lo que pasa en Europa con mucha atención. Advertimos que el riesgo de la segunda ola también existe en Latinoamérica, que es muy posible que ocurra lo que está pasando en Europa, que ocurra con la llegada del otoño... tenemos la oportunidad de conseguir esa vacuna que inmunice a nuestra sociedad en Latinoamérica”, afirmó.