Fue ante la consulta de si Ibáñez debería renunciar y no solo solicitar dos meses de permiso. Soto señaló que ese paso depende de cada parlamentario y que si estuviera en la situación de Ibáñez a lo mejor darían el paso al costado.
Sostuvo que a su entender su correligionario, que enfrenta un proceso por delitos de supuesto cobro indebido de honorarios, estafa y falsificación de documentos, está por el camino correcto.
“Solicitó el permiso y al cabo de esos días seguramente va a considerar si renuncia o no. Por de pronto está solicitando ese permiso. Yo entiendo que él va a reflexionar, meditar y después estaría renunciando, digo nomas, me parece que de repente tendría esa actitud”, remarcó.
De esta manera Soto Estigarribia abre la posibilidad de que Ibáñez, ante la presión ciudadana que recibe toda la Cámara, presente su renuncia, una alternativa que se manejó desde un principio y que varios de sus colegas consideran que es la mejor alternativa.
ANALOGíA. Soto Estigarribia, titular de la comisión de Peticiones, que tuvo a su cargo analizar la solicitud de permiso de Ibáñez, manifestó que se basaron en el artículo 182 de la Constitución Nacional y el artículo 18 del Reglamento Interno para dar lugar al pedido de permiso.
Sin embargo, ambos artículos hablan de impedimento o inhabilidad del legislador, situación que no se da con Ibáñez. A esto Soto respondió que “acá por analogía se aplica, es la cámara la que tiene que resolver, cuando el presidente pone a consideración de la plenaria y esta considera que corresponde el permiso”, dijo. En la fecha, el pleno de Diputados debe decidir sobre el permiso.