“Categóricamente, es un elemento positivo en cuanto a la seguridad”, dijo la ministra en comunicación con radio Monumental, afirmando que las visitas calman a las personas privadas de libertad.
Desde marzo de este año, las visitas, tanto de los familiares como de las parejas de los internos o internas, estaban prohibidas a causa de la cuarentena impuesta para luchar contra la propagación del Covid-19.
Debido a esto, en varios centros penitenciarios se caldearon los ánimos y hubo protestas pidiendo la reapertura de las visitas, en las zonas conocidas como las privadas.
Pérez aclaró que este es un derecho que tienen las personas privadas de libertad y que no se les puede negar.
Sin embargo, destacó que las personas que van a ingresar para estar con sus familiares internos deben cumplir con requisitos impuestos por el Ministerio de Salud.
A fines de agosto de este año, las autoridades decidieron rehabilitar las visitas íntimas antes de abrir el penal para las visitas del resto de los familiares, tras haber superado brotes de Covid en algunas cárceles.