Un amplio porcentaje de las 183 plazas existentes en Asunción presentan una serie de deficiencias que no fueron subsanadas por la Comuna capitalina para satisfacer la demanda de la población, sobre todo de los niños, en la época en que se inician las vacaciones tras el largo periodo de clases.
Precisamente una de las situaciones negativas que se observan en estos espacios de esparcimiento ciudadano constituye el estado de destrucción en que se encuentran los juegos infantiles, con hamacas rotas y sus cadenas oxidadas, toboganes desprendidos, entre otros. Esto representa un riesgo para la seguridad de la gran cantidad de menores que asisten a estos lugares en busca de diversión.
La destrucción también afecta al mobiliario de estos parques asuncenos, sobre todo de los bancos, que presentan agrietamientos en su estructura de madera por la falta de mantenimiento y pintura y la pérdida de algunos tablones que no permiten que sean usados para el descanso de la gente.
Otro factor cuestionado por los contribuyentes es la existencia de pastos ganados por altas malezas en varios de estos puntos verdes de la ciudad, lo que contribuye a la presencia de gran cantidad de insectos, sobre todo mosquitos, en momentos en que se pretende reforzar la campaña de lucha contra el dengue.
Esto, así como el nulo o deficiente sistema de alumbrado público favorecen la disposición irregular de todo tipo de basura en el interior de estas plazas o en sus alrededores.
En Asunción se cuenta con 1,5 metros cuadrados de verde por cada habitante, cuando la sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que lo recomendable es 15 metros cuadrados por persona.
MONTOS. En toda la capital, 120.000 contribuyentes abonan la denominada tasa de conservación de parques, plazas, plazoletas y paseos centrales, la cual tiene un monto de G. 32.000 por cada cuenta corriente catastral.
Este cobro fue creado durante la administración municipal del intendente Enrique Riera, la cual fue bastante resistida tanto por la ciudadanía como por los concejales asuncenos. Estos argumentaban que la tasa es ilegal, considerando que la Ordenanza Tributaria 881/81 no determina claramente quiénes y cómo debe ser abonada.
La directora de Planeamiento Urbano, arquitecta Teresa de Jarolín, anunció que ya cuentan con G. 11.000 millones para la compra de más espacios verdes en Asunción.
En ese sentido, explicó que todo parque necesariamente debe contar con 30.000 metros cuadrados, que satisface la demanda de la población ubicada a 1.000 metros lineales; en tanto que para una plaza se precisa de entre 501 a 21.000 metros cuadrados, que sirve a la gente que vive a 500 metros lineales.
Para una plazoleta se debe tener un predio estimado en 500 metros cuadrados para el uso de los contribuyentes que moran a una distancia de 200 metros lineales y, finalmente, los paseos centrales deben tener un ancho de 5 metros para que se pueda montar en ellos una estructura para el esparcimiento.
UNA TASA DEFICITARIA
El cobro de la tasa de conservación de plazas, parques, plazoletas y paseos centrales en toda la ciudad de Asunción tiene cada año una expectativa de cobro de G. 3.600 millones.
Según datos proporcionados por el Departamento de Áreas Verdes del Municipio capitalino, a cargo del ingeniero Víctor Amarilla, el gasto para tener en condiciones estos espacios públicos ronda los G. 7.600 millones, por lo que el déficit llega a los G. 4.000 millones.