Por María Angélica Ramos
y Teresa Domínguez
A los 34 años, Antonia González ya es madre de seis hijos, para quienes quiere el mayor nivel de educación y salud.
Comenta que sobrevive lavando ropas ajenas en su humilde morada del barrio “El Mangal”, de la colonia Thompson, de Ypané. “Mi marido es un ayudante de albañil y apenas alcanzamos para comer”, asegura.
Antonia y su familia sufren muchas carencias. La pobreza y la ausencia de asistencia desde las instituciones que deben velar por el bienestar social, la ponen en situación de optar por el sustento, la educación o la atención sanitaria de su familia.
Precisamente, en el Día de la Mujer Paraguaya, que se recuerda hoy, los reclamos de Antonia son mayor acceso a los servicios de salud y el cumplimiento de los roles de las instituciones oficiales. Este es también el reclamo común que las mujeres de diversos puntos del país expusieron ayer, durante una jornada de protesta que se realizó con cortes de rutas.
ABANDONO. La historia de Antonia devela el abandono en el que se debaten muchas familias. Por esta razón su pequeño de dos años, que apenas tiene 10 kilos por la desnutrición que sufre, no puede tomar la leche LK1. Antonia no puede pagar los G. 57 mil que cuesta cada lata, y el programa contra la desnutrición no funciona en su distrito. Además alega que las clases empezaron y con tantos hijos que van a la escuela no puede priorizar otros gastos.
Pero a esta mujer se le agregan otras preocupaciones. Con ella vive su padre de 75 años de edad afectado del sistema nervioso, lo que le produce problemas de movilidad.
Haciendo rifas logró juntar dinero para los estudios que el anciano necesitaba, pero, a falta de recursos económicos, no puede seguir con el tratamiento.
Antonia también tuvo que enterrar a su sobrino en setiembre del año pasado, cuando su hermana sufrió una profusa hemorragia. Cuenta que la ambulancia de Ypané no le asistió, por lo que debió derivar a su hermana en taxi hasta el Centro de Salud de Capiatá. “Como no teníamos dinero, nos dijeron que nos derivarían al Hospital de Itauguá. Tuve que pagar 50.000 por el combustible de la ambulancia, pero el niño llegó muerto”, recordó.
También exige que la Comuna elimine el vertedero de basura que habilitó en su barrio, porque contamina el agua de los pozos y pide la fumigación contra el dengue.
La fecha 24 de febrero como el Día de la Mujer Paraguaya fue instituida por ley, y en coincidencia con el aniversario de la primera Asamblea Americana de Mujeres, que se reunió en Asunción en 1867. Su objetivo era contribuir con la defensa de la patria durante la Guerra contra la Triple Alianza. Como antecedente también se cita la reunión propiciada por Escolástica Barrios de Gill, el 10 de agosto 1867, donde solicitó a 30 mujeres la donación de sus joyas para financiar la causa de la República contra la alianza bélica. De esta forma también se recuerda a las Residentas, que se ocuparon de reconstruir el país después de la guerra.
Migración laboral
“Creemos que muchas madres que viajan al exterior en busca de trabajo llevan a sus hijos a dejarlos en la campaña y estos generalmente ya no regresan a la escuela. Si bien no hay restricciones para la inscripción, los niños no vuelven. Es alarmante la migración de alumnos, porque hay escuelas que quedan despobladas”, dijo Carmen Castillo, docente de la escuela Centro de Pa’i Ñu, Ñemby.
Indicó que la migración laboral de los esposos también impacta en la natalidad, ya que las mujeres que quedan solas dejan de tener hijos.
Para la maestra, la situación de salud de la mujer “es preocupante” por la falta de médicos y medicamentos, así como por los maltratos y pésima atención que se registran en los centros sanitarios.
La docente añadió que el Estado también está ausente en la educación. “Empiezan las clases y no hay tizas, no hay merienda escolar ni útiles para los niños. El Ministerio no nos da nada, todo conseguimos a través de la cooperadora escolar, o sea, otra vez sacando plata a los padres. Lo ideal hubiera sido que los niños reciban el kits escolar el primer día de clases”, aseguró.
ATENCIÓN. Para Dora Flecha, dirigente en Central, el elevado índice de desnutrición y partos domiciliarios que se registran en este departamento se debe a la carencia de políticas públicas, como la planificación familiar y la prevención. Señaló que en los puestos de salud nadie se ocupa de capacitar a las mujeres, que por ignorancia y desconocimiento terminan con problemas sanitarios, muchos de ellos con consecuencias irreversibles.
SITUACIÓN DEL SECTOR
* 2.559.956 mujeres se registraron en el Censo del 2002, de las cuales 1.053.858 viven en zonas rurales.
Economía
* 287.040 son jefas de hogar, de las cuales 193.000 viven en áreas urbanas y 94.036 en zonas rurales
* 328.000 mujeres viven sobreexplotadas
* 15,4% menos de ingresos reciben los hogares encabezados por mujeres en comparación a los dirigidos por varones.
* 16,2% es la tasa de desempleo de las mujeres de 15 a 24 años y 6,1% de las mujeres de 25 a 39.
* 1 de cada 3 mujeres de 15 a 44 años de edad trabaja fuera del hogar.
* 195.000 paraguayas trabajan en Argentina.
Educación
* 133.000 mujeres son analfabetas, de las cuales el 15% son del campo.
* 46,2% de las mujeres del Gran Asunción completaron la secundaria o tienen más de 12 años de estudios.
Fecundidad
* 3,5 es el promedio de hijos por mujer.
* 40.000 mujeres embarazadas están con desnutrición
* 41,4% de las mujeres en edad fértil en Gran Asunción trabaja fuera de la casa.
* 23,6% de las mujeres en edad fértil cuentan con seguro social o médico, de las cuales 12,9% están en el IPS.
* 240 mujeres mueren al año por complicaciones en el parto.
Violencia
* 33% de las mujeres de 14 a 44 años reportaron ser víctimas de violencia verbal, 19% de maltratos físicos y 7,6% de violencia sexual.
Fuente: Informe Mundial de población, Censo 2002, Mujeres Organizadas