Por Diana González Delgado
El tablero político en el Senado, como ya es una característica de periodos anteriores, se mueve de acuerdo con los temas de interés del momento.
Esta nueva camada de senadores, junto con los reelectos, no es la excepción, y en estos primeros meses ya se dieron divisiones y fugas ocasionales dentro de las distintas bancadas. En la ANR ya está oficializada la ruptura: el bloque quedó dividido en dos.
Desde el inicio del periodo parlamentario, en julio pasado, la unidad colorada estuvo pegada con chicle.
Para evitar un quiebre inminente y muy rápido dentro de la bancada se había dado a regañadientes el liderazgo a Luis Alberto Castiglioni.
Con la bancada unida, el presidente Horacio Cartes logró concretar varios de sus proyectos principales: Ley de Seguridad, Responsabilidad Fiscal y Alianza Público-Privada. Esto también fue posible con una mano de referentes de otros sectores políticos.
Luego comenzaron las molestias con Castiglioni, a quienes los zacaristas comenzaron a acusar de que no los mantenían informados.
Se comentó incluso que algunos colorados se enteraban de temas de boca de senadores de otros partidos, y no de su líder. La gota que colmó el vaso fue el desafuero de Víctor Bogado. Justamente el grupo de los 12 senadores de la ANR que votaron en contra, en un principio, son los que ahora conforman la bancada B.
El internismo llega al punto de que algunos ni se saludan y se cruzan entre sí pasando de largo como si no se conocieran, luego de haber trabajado juntos.
los azules. Los 13 liberales hasta el momento mantienen una sola bancada, pero el desbande queda reflejado a la hora de definir los temas.
El primer revés que tuvieron los azules fue con la Alianza Público-Privada, en donde el entonces líder, Carlos Amarilla, operó a favor de que se apruebe, generando el enojo de sus correligionarios.
Por esta situación, Amarilla renunció al liderazgo y asumió Blanca Fonseca.
Además de Amarilla, el llanismo es el que tiene una mayor afinidad con el Ejecutivo. Este sector lo conforman Blas Llano, Enzo Cardozo y Fernando Silva Facetti.
Los votos de estos cuatro liberales fueron claves para Cartes para el redireccionamiento de los bonos soberanos. En el tema del desafuero de Bogado, 9 liberales habían votado por el rechazo.
Se habían unido llanistas, franquistas, entre otros.
Ahora se viene un nuevo desafío para las distintas bancadas con el tema del ingreso de Venezuela al Mercosur. Está previsto que este tema se defina en una sesión extraordinaria el martes. En filas liberales, la única fuga por el momento es de Luis Alberto Wagner, quien pidió permiso a su bancada para votar a favor. La decisión de la mayoría es pedir el aplazamiento y en el caso de que se decida el tratamiento, entonces rechazar.
PDP. Ni el Partido Democrático Progresista (PDP) se salva del desbande a la hora de la definición de los temas.
Sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur, el voto de Pedro Santa Cruz será a favor, mientras que Desirée Masi y Arnaldo Giuzzio, en contra.
El sector de Avanza País, que tiene un pacto con la ANR, tiene a dos senadores Miguel López Perito y Adolfo Ferreiro, que en temas polémicos si no se ausentan, se abstienen. Antes del receso parlamentario, que se inicia a partir del próximo 21, hay dos sesiones más. Quedan aún en el tintero de la Cámara Alta proyectos de relevancia, entre ellos, el Presupuesto para el 2014, que tendrá una segunda vuelta.