“Me ratifico, aunque me quede en la calle o fuera del Ministerio Público: el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, cometió tráfico de influencia”, señaló.
Díaz Verón es indigno para la función que hoy día tiene y, por tanto, no debe continuar en el cargo, sostuvo ante la consulta de Benjamín Fernánez.