25 jun. 2025

LA UNIVERSIDAD EN CRISIS

Sin protagonismo social

Jueves|20|NOVIEMBRE|2008

Es triste escuchar como cada vez son menos los jóvenes que tienen ganas de ir a la Universidad. ¿Qué sucede? Me animo a lanzar una de las posibles causas: La Universidad está en crisis y no satisface las necesidades del país. Con este comentario instalo un debate que te invita a buscar la razón, por la que muchos hoy consideran a la Universidad, una etapa innecesaria.

EGRESADOS SIN TRABAJO SEGURO. Un sondeo casero que realicé con empleadores revela que la mayoría considera que los profesionales egresados de las universidades no reúnen el perfil que demandan los sectores productivos, económicos y sociales.

Los jóvenes consideran por su parte, que la universidad es un mundo aislado que no está conectado a la realidad nacional. No creen que un título sea una garantía para obtener un trabajo.

Los egresados chocan con una realidad inesperada al cruzar los muros de la universidad y al querer insertarse en el mercado laboral. El título universitario da un respaldo académico importante pero no la formación práctica necesaria para ejercer una profesión determinada.

EL ROL DE UNIVERSITARIO. La universidad convierte a personas en profesionales, pero también es el lugar donde se desarrolla el perfil de ciudadano y donde se debería fomentar el rol de agentes de cambio que tanto necesita nuestro país.

Muchos ya no tienen como meta ir a la Universidad y paralelamente, Paraguay es el país con el menor índice de inversión en educación superior de Latinoamérica. Las precarias instalaciones, la falta de materiales pedagógicos, el bajo nivel de los docentes, la deserción cada vez mayor de estudiantes, son el reflejo de la falta de voluntad política para la formación académica de los paraguayos.

Es justo y necesario que ante esta situación, docentes, estudiantes y miembros de la comunidad educativa en general se mantengan informados sobre los cambios que desean implementarse en la educación terciaria. El mejoramiento académico nacional depende de qué tan involucrados estén los sectores afectados.

El cambio no se impone, se construye y todos debemos contribuir.

Si la ciudadanía no se ocupa de la universidad, esta institución pasará a ser una fábrica de profesionales enlatados de producción masiva y sin calidad. La sociedad recibirá sólo egresados ultra mediocres y luego será demasiado tarde.

OLVIDADOS. En este contexto de desamparo y de orfandad estatal, el pequeño porcentaje de la población nacional que accede a la Universidad se encuentra con una educación mediocre. Los catedráticos son generalmente criticados por sus educandos, por no poseer la mínima noción de lo que enseñan. Las clases son consideradas un mero protocolo y los exámenes, pasos burocráticos para acceder a un título.

La reforma universitaria sigue siendo una utopía para los sectores interesados. Los parlamentarios crean leyes que no responden a las necesidades de la educación terciaria. En vez de evolucionar, oprime a la Universidad trasladándola al retroceso. Se crean organismos de élite para gerenciar las universidades y establecer mallas curriculares. Se desvincula a la comunidad educativa de las decisiones que la afectan directamente, evitan todo tipo de desarrollo académico con participación.

Mientras los diputados, senadores y técnicos del Ministerio de Educación y Cultura se dediquen a crear proyectos de ley que no se adecuen a la realidad nacional, a las demandas del mercado laboral y al contexto regional; Paraguay seguirá aislado en cuanto a educación se refiere. Los egresados no podrán ejercer su profesión ni el país podrá desarrollarse técnica, industrial, social ni científicamente.

Las instituciones con énfasis en educación técnica también son importantes. Éstas deberían ser una prioridad para el Estado, ante la gran demanda de profesionales del mando medio. Son necesarios para el sector de obras públicas, de pequeñas y medianas empresas.

Que las universidades dejen de ser fotocopiadoras de estereotipos sino generadores de conocimiento. Son más que instituciones académicas, son instrumentos de transformación social.