El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, afirmó que el documento, muy corto, no será hecho público hasta que no se conozcan los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses que se celebran mañana.

El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, hoy en Marsella (Francia). EFE | Ampliar imagen
“Tampoco se trata de dar lecciones a los Estados Unidos, sino de un soplo de valor añadido a unos objetivos comunes”, dijo el ministro francés, que encabezó hoy en Marsella una reunión de los titulares de Exteriores de la UE dedicada al futuro de las relaciones transatlánticas.
El representante para la política exterior de la UE, Javier Solana, afirmó que el documento está “muy consensuado”, mientras que la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero, afirmó que se trata de “definir las prioridades europeas” en el mundo.
La cautela europea ante las elecciones de mañana en Estados Unidos fue tal que ni Kouchner, ni Ferrero ni Javier Solana quisieron decir qué candidato a la presidencia será el encargado de discutir con la UE las futuras relaciones transatlántcas.
“No puedo responder a esa cuestión. Espero los resultados”, dijo Kouchner, para quien el texto no se puede publicar “hasta que no haya resultados”. “Son los americanos quienes deben decidir”, afirmó Ferrero.
Las nuevas relaciones a las que aspira la UE, según Kouchner, están basadas en que “el mundo de mañana es global y multilateral”, donde a los europeos se les debe escuchar “como socios”.
“Europa y su número de teléfono existen”, dijo Kouchner, y en este semestre “el número de Europa es francés, el de la presidencia, y pedimos que se escuchen nuestras iniciativas y que se puedan compartir”.
El ministro francés enumeró varios capítulos de política internacional en los que la voz europea debe ser tenida en cuenta: Oriente Medio, incluido Irak e Irán, Afganistán y Pakistán, Rusia y China.
Kouchner defendió la relación “multilateral” con Estados Unidos, un “país que todavía permanece en cabeza”, y resaltó que hace “diez o incluso cinco años era inimaginable una relación de este tipo”.
La idea europea del multilateralismo, según Kouchner, es “la voluntad de reequilibrar el mundo sin olvidar a los más pobres”.
En Oriente Medio, la UE reconoce que Estados Unidos está “en primera línea y que los europeos pueden ser el apoyo en la búsqueda de una paz justa y equilibrada”, máxime, como dijo Kouchner, ahora que en Israel hay un gobierno provisional, los palestinos celebran elecciones en enero y en Estados Unidos hay cambio presidencial.
Sobre Rusia, Kouchner destacó su importancia en el aprovisionamiento de energía hacia Europa y dijo que “era el vecino de los europeos, con el que hay que profundizar el diálogo”.
El ministro francés afirmó que la crisis financiera internacional se ha convertido en las últimas semanas en una demostración de cómo se puede trabajar conjuntamente con Estados Unidos.
La UE decidió el pasado mes de septiembre, en una reunión de ministros de Exteriores celebrada en Avignon, continuar su “colaboración privilegiada” con Estados Unidos pero en unas relaciones “a pie de igualdad”, reflexión que ha culminado hoy en Marsella, un día antes de las elecciones presidenciales en EEUU.
Durante la reunión de Exteriores de Marsella, el ministro Kouchner y su colega británico, David Miliband, informaron al resto de ministros de su viaje de este fin de semana a la República Democrática del Congo.
Kouchner reiteró la necesidad de “impulsar la vía diplomática” para la solución del conflicto, pero se mostró al mismo tiempo partidario de “aumentar la eficacia” del contingente de la ONU y de “aclarar las reglas de actuación”.
“No puede haber una solución militar al conflicto pero sí se pueden asegurar las vías de comunicación para el transporte de la ayuda humanitaria”, dijo Kouchner.
Javier Solana, representante de la política exterior de la UE, dijo en la rueda de prensa que “hay que ver las prioridades” y que hay que llevar adelante una “iniciativa política”.