Por P. Víctor Urrestarazu
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Benedicto XVI no deja pasar las ocasiones para insistir en el tema de la familia. Recientemente subrayó una vez más la importancia de la familia para acoger a todo recién nacido, que “nos trae la sonrisa de Dios”.
Según el Papa: “Cada niño que nace nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es un don suyo, don que hay que acoger con amor y que hay que custodiar para siempre, en todo momento”.
“Cada niño que nace Dios lo confía a sus padres –añadió–. Qué importante es, entonces, la familia fundada sobre el matrimonio, cuna de la vida y del amor.”
Más adelante explicó que con el bautismo los cristianos quedan unidos “al Padre Celestial” en la gran “familia de Dios”, que es la Iglesia. “En el bautismo somos adoptados por el Padre Celestial, pero en esta familia hay también una madre, la Madre Iglesia”, recordó finalmente.