12 feb. 2025

La responsabilidad de votar a conciencia

Susana Oviedo - soviedo@uhora.com.py

En estas vísperas de las elecciones internas que se celebrarán en simultáneo el domingo, en Paraguay los ciudadanos volvemos a experimentar el poder que como tales tenemos a través del ejercicio del voto.
Hablamos de un poder que, conforme a como se utilice, puede producir un punto de inflexión y dar inicio a un proceso de transformación, particularmente, en la composición del próximo Congreso Nacional, o ratificar la continuidad del mismo sistema, mismo modelo, mismos vicios y abusos y mismos protagonistas.
Las elecciones primarias funcionan como el tamiz que decanta las candidaturas y establece la configuración definitiva de las listas para cargos electivos nacionales que incluye el de presidente, vicepresidente, senadores, diputados, parlamentarios del Mercosur, gobernadores y miembros de juntas departamentales. Estamos hablando de una oferta electoral de 25.333 precandidatos en pugna de 21 partidos políticos, 20 movimientos políticos, 5 concertaciones electorales, 18 alianzas electorales.
En la configuración de semejante mar de nombres hubo componendas, traiciones, divorcios, agresiones verbales, pedantería y prácticas recurrentes como el uso discrecional de los bienes del Estado y de bienes partidarios, según denuncias. Y, lamentablemente, resaltaron más los prontuarios, porque los candidatos pájaros de cuenta o de dudosa trayectoria encabezan las listas en los partidos tradicionales, antes que las historias de servicio y de conductas intachables, las buenas ideas, propuestas y novedades.
Identificar a estas es el gran desafío en estos comicios internos. Se trata de realizar un profundo ejercicio de ciudadanía y de responsabilidad. Demanda no dejarse distraer por los ruidos de la estruendosa campaña; no ser seducido por el despliegue de poderío económico y político de algunos sectores en sus actos proselitistas, jactándose de que ellos llevan el mando. O por sus grupos de avanzada en los barrios . Es actuar a conciencia y no dejarse disuadir (o arrastrar) por las encuestas, las promesas electorales que incluye acceso a vivienda, trabajo o algún subsidio estatal que abundan por estos días.
Esta nueva oportunidad legal para elegir correctamente y a conciencia tiene que representar un análisis serio de la credibilidad, capacidad, transparencia, liderazgo, coherencia, honestidad, compromiso social y honorabilidad de los postulantes.
Implica ver más allá de los colores partidarios y ponderar la trayectoria de quienes aspiran dirigir el país los próximos 5 años. Hay nombres que se repiten desde hace décadas, que han decepcionado y están ligados a la corrupción, que traicionaron y burlaron el mandato popular. Pero también hay candidaturas que representan esperanza, confianza, servicio, patriotismo, y cambio real. Es crucial tener claro quiénes son estos últimos, y votar por ellos.