Solo en antibióticos la familia de Leonardo Matías Goiburú gastó el equivalente a 75 millones de guaraníes, cuando, una vez que otro grupo de médicos paraguayos intentó salvar el pie accidentado del joven, y constató que la tarea se tornaba imposible. Entonces, sugirieron trasladar al paciente a San Pablo, Brasil.
Al segundo día de procurar detener la infección con la que le dieron de alta en el sanatorio Italiano, los médicos del San Roque recomendaron trasladarlo a Brasil. “Mi hijo terminó en una terapia con Cámara Hiperbática (una cámara de oxígeno) y fue sometido a otras 6 cirugías en el Hospital Santa Isabel de San Pablo”, relata Luis Antonio Goiburú. Todavía con asombro, recuerda que cuando salieron del Italiano, no le recetaron un solo antibiótico.
Su hijo estuvo 3 meses internado en el Brasil. Su pie izquierdo quedó prácticamente sin músculo, debido a la necrosis que obligó la extracción paulatina de prácticamente toda la masa muscular. En el hospital brasileño, apenas llegó el 20 de agosto de 2005 fue sometido a cirugía para limpieza de la herida y extracción de los tejidos muertos. La infección seguía activa. Los médicos explicaron que por la extensión de la herida y la exposición ósea, la única opción para evitar una amputación del pie sería realizar la cobertura de la lesión, mediante un implante microquirúrgico, después del control de la infección. Este proceso demandó 90 días y una gran inversión para la que los padres de Matías debieron solicitar ayuda a los amigos.
El Dr. Herrero
El médico Fernando Herrero, inculpado en el caso Matías Goiburú, afirmó que no está imputado y que no quiere hablar del tema. “Que yo sepa, no hice nada malo. Me sorprende realmente lo que me estás diciendo. No sé qué contestarte”, respondió al requerimiento de la periodista, sobre lo sucedido con el joven Goiburú.