Samsung y Apple llevan años enfrentándose en tribunales o en sus campañas publicitarias. Y su último choque fue a costa de la supuesta fragilidad del iPhone 6 de Apple luego de que haya sido lanzado.
Hace poco, al presentar Samsung su último modelo de celular inteligente, el flamante Galaxy S6 Edge, se aludió al supuesto exceso de flexibilidad del modelo de Apple y los rumores que dicen que se dobla con el uso cotidiano. “Es curvo, no doblado”, dijo la firma surcoreana sobre su modelo, añadiendo más a la polémica, señala la BBC.
Ahora una empresa aseguradora de teléfonos móviles, realizó unos tests para comparar estos aparatos. Y la conclusión no fue del agrado de Samsung: su teléfono se deforma tanto como el de Apple y se rompe por completo en un punto de presión más bajo que su competidor, según el estudio de Square Trade.
Para el estudio se utilizó una maquinaria para simular las fuerzas que puede experimentar un celular en el bolsillo de atrás de un pantalón y la presión bajo la cual los diferentes modelos experimentan “un fallo catastrófico”.
Los resultados
Tanto el Samsung Galaxy S6 Edge como el iPhone 6 Plus se deformaron aplicando una fuerza de 50 kilogramos (kg). Sin embargo, la pantalla de Samsung se resquebrajó y la del iPhone no.
El último modelo de HTC –One M9- no se dobló hasta que se le aplicaron 54 kg, pero en ese momento se rompió quedando inutilizable.
El S6 Edge se quebró al llegar a 67 kg, dejando de funcionar.
El iPhone 6 Plus paró de funcionar al aplicarle una fuerza de 81 kg.
El estudio sugiere que los propietarios del Samsung Edge corren el riesgo de tener el “bolsillo lleno de cristales” si ponen sus teléfonos bajo demasiada presión.
La compañía surcoreana no se resigna a aceptar esta prueba, ya que sería un golpe difícil de encajar después de alardear de que su modelo era “el más duro del mercado”.