Nicanor Duarte Frutos estuvo presente durante toda la asamblea de los colorados y así logró influir en los convencionales para que no hagan demostración de fuerza.
La mayoría de los convencionales no se percató cuando ingresó Duarte Frutos, justo en el momento en que hablaba uno de ellos.
El jefe de Estado se ubicó en su lugar sin mucho protocolo. Después le saludaron con la polca “Colorado” y aplausos. Luego se quedó hasta el final de la convención.
Sólo una vez Duarte hizo seña con las manos para indicar a los convencionales que no hagan demostración de fuerza y que se calmaran.
Un convencional le dijo a Duarte que con su presencia le costaba hacer su discurso. “Oye tu’u la nde eîramo presidente” (se pone difícil cuando estás presente), dijo. No obstante, el convencional pudo hilvanar algunas palabras.
Este ambiente vivieron prácticamente todos, según se pudo observar.
Ante la presencia del presidente de la República, nadie se animó a hablar contra Blanca Ovelar, Alderete, Castiglioni, Bernal u otros dirigentes que están en pleno proselitismo.
En las anteriores convenciones, el presidente de la República solía participar en la apertura de la asamblea y luego se retiraba.
Ayer fue diferente. Duarte Frutos percibió que era necesaria su presencia continua para calmar los ánimos electoralistas.
El viernes, Duarte le habló al titular del partido, Alberto Alderete, de su interés de que no se aproveche la convención para medir fuerzas, tal como se venía publicando en los periódicos.
El presidente logró su objetivo, pero a cambio de sacrificar su día domingo.
A los oficialistas no le faltaron ganas de hablar contra Castiglioni, pero a pedido de Duarte no abrieron la boca.
Hubo un pacto silencioso para no hacer proselitismo, porque los disidentes tampoco hicieron barullo, como Goli Stroessner, que se fue a la convención y evaluó que todo fue positivo.
Sólo después de terminar la asamblea algunos hicieron críticas a Nicanor Duarte Frutos, como el dirigente fernandino, Julio César Velázquez. En general, la evaluación fue de “una asamblea muy tranquila”.