En Paraguay los robos de vehículos lujosos siguen vigentes y en su mayoría son llevados hacia Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde el mercado es rentable para los robacoches.
En este país no existe una fecha tope para el cierre de inscripciones dentro del Registro del Automotor y esto hace permeable el ingreso de vehículos tipo 4x4 que son levantados en las calles, o en su defecto sacados a punta de armas de fuego a sus propietarios.
Asimismo, otros rodados, tanto autos como camionetas, son sustraídos y llevados a lugares de desarmaderos desde donde posteriormente salen a la venta los repuestos usados.
La Policía tampoco tiene un censo de estos desarmaderos y tampoco se conoce de planes para ordenar el funcionamiento de estos negocios.
Hasta hoy día la Policía Nacional no puede frenar la ola de robos de vehículos en el país. Es más, se demuestra que los controles policiales existentes son permeables, y muy especialmente para el ingreso a la Región Occidental. Cruzando el puente Remanso hay un control, pero pese a la presencia de agentes en el lugar, los vehículos robados pasan sin mayores problemas, camino a Bolivia.