De rodillas. La explanada del santuario de Caacupé es la meta trazada en la perigrinación para honrar a la Virgen.
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Ternura. La artesanía indígena tiene su espacio en la gran fiesta religiosa que hoy festejan los católicos del país.
En medio de la exuberante vegetación que rodea a la villa serrana, miles de promeseros paraguayos siguen el llamado de la fe hasta llegar a la morada de la Virgen de los Milagros. Jóvenes, niños y adultos demuestran una misma devoción.
