La baja considerable de testeos se atribuyó en principios a las medidas de la cuarentena obligatoria y el temor de asistir a los centros de salud por el Covid-19.
“Con las flexibilizaciones nos encontramos con la falta de insumos y test de detección, debido a los retrasos en las licitaciones de adquisición por parte del Ministerio de Salud Pública, pasa que toda la atención, fondos y gestiones eran direccionados al Covid-19, situación que cuestionamos desde las organizaciones que trabajamos en VIH”, explica Juan Cabral, de la Fundación Vencer, quien añade que, “se observó una disminución del 40% en cuanto a personas que accedían al test de detección de VIH”.
En tanto, desde Vencer se hacen eco de las barreras que siguen para acceder al sistema de salud, entre falta de profesionales y horarios limitados.
“El estigma y la discriminación asociados al VIH son una barrera importante para acceder al sistema de salud, por mencionar, 6 de cada 10 profesionales de la salud presentan actitudes estigmatizantes y discriminatorias hacia las personas que viven con VIH, según el estudio realizado por la Fundación Vencer con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)”, refiere Cabral.