Mundo
La OIT planta cara a la trampa del determinismo tecnológico sobre el trabajo
No caer "en la trampa del determinismo tecnológico", evitar "la criminalización" de la protesta social y promover el diálogo tripartito para definir "el futuro del trabajo" fueron las afirmaciones que marcaron este martes la apertura de la 19 reunión americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Panamá.
El ministro panameño de Trabajo, Luis Ernesto Carles, elegido unánimemente presidente de la asamblea, y el director general de la OIT, Guy Ryder, en sendos discursos concordaron en que la apuesta por el "diálogo tripartito" es fundamental para el respeto al principio de que el trabajo "no es una mercancía".
Carles mencionó que, a casi un siglo de fundada, la Organización Internacional del Trabajo se enfrenta al "desafío" de "cómo diseñamos reglas equitativas" para el mundo del trabajo inmerso "en la revolución industrial 4.0".
"No debe ser (la regla) la que nos imponga la tecnología ni el mercado, sino el colectivo, gobierno, trabajadores y empleadores, sobre la base de los principios de la OIT con justicia social y la tecnología y ciencia al servicio del ser humano", especificó.
Agregó que esa definición del trabajo debe permitir "vidas más plenas y satisfactorias, en armonía con la naturaleza y los demás".
Carles abogó por construir una agenda "innovadora del trabajo decente 4.0" y en armonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de cara al 2030.
"No solo es un sueño, sino un camino, una ruta de políticas que nos acerquen a ese anhelo juntos, esta semana debemos trabajar en esta ruta, en una estrategia innovadora para imaginar y cocrear la agenda del trabajo decente 4.0, pese a las diferentes perspectivas", insistió.
Es necesario, acotó, buscar "políticas de desarrollo productivo, que promuevan el desarrollo sostenible, promover la formalización del empleo, la inclusión y cohesión social, garantizando los derechos de las poblaciones más vulnerables, en línea con las recomendaciones de la OIT", en un "entorno cambiante".
En tanto, Ryder expresó que la región ha enfrentado en los últimos cuatro años "un ciclo de cambios políticos y económicos que han impactado fuertemente el mundo del trabajo".
"El desempleo en el primer semestre de 2018 fue de 8,8%, en Latinoamérica y el Caribe se traduce en más de 26 millones de desempleados, con una proporción de jóvenes muy elevada", indicó.
Añadió que la informalidad "afecta a 140 millones de trabajadores, estos cuatro años se puede percibir en muchos países y regiones un desencanto bastante generalizado con las estructuras y el cuestionamiento de las instituciones públicas".
Ryder señaló que "el mundo del trabajo está cambiando a ritmo, escala y profundidad nunca vista, la tecnología está en el centro de este cambio, pero no va a determinar el futuro".
"No a la trampa del determinismo tecnológico, somos la tripartita quienes debemos dar forma al futuro del trabajo, ese es, como me dijo un dirigente sindical, el trabajo del futuro" de la OIT, dijo.
Para el director general, las sociedades son ahora "más desiguales", particularmente en América Latina y el Caribe, y "millones sienten que no se benefician de la globalización, por eso la discusión sobre el futuro debe ser más amplia, de buena fe y sin precondiciones".
"Tenemos que juntar nuestros esfuerzos", exclamó.
Ryder también mencionó en su discurso la investigación que la OIT hace sobre Venezuela, ante una queja de los empresarios sobre supuesto acoso a las organizaciones patronales, con la intención de "abrir caminos de diálogo y encontrar soluciones".
Refirió que en América se puede hacer más para acabar las inequidades y atender a los derechos de los pueblos indígenas a 30 años de la aprobación del convenio 169, de obligatorio cumplimiento para los países que lo suscriben.
Latinoamérica y el Caribe "nunca han presenciado un flujo migratorio como el actual, el pacto mundial sobre migración en la ONU que se va a aprobar en Marruecos en diciembre próximo ofrecerá el marco internacional indispensable, completo y holístico para regularla", refirió.
Particularmente, la OIT está trabajando en un proyecto regional con énfasis en los países de acogida para mitigar el impacto en los mercados de trabajo de la migración venezolana, que promueva el respeto a los derechos laborales sin afectar a los locales, adelantó. La asamblea concluirá el viernes próximo.
Dejá tu comentario