El personaje le dijo al cuestionario de IRP que de él dependían su esposa e hijos, más 250.000 empleados públicos, 80 diputados, 45 senadores, cientos de miles de amigüis, correlíes, amantes y parentela diversa.
Muy gracioso e ingenioso, sin duda, y aunque lo primero que uno hace cuando lee algo así es sonreír, después inmediatamente uno se larga a llorar sin consuelo frente a esa realidad que causa tanta bronca e impotencia.
La lloradera no va a parar en un buen rato, sobre todo después de leer en los diarios que el nunca bien ponderado senador colorado Víctor Bogado está a punto de quedar libre de sus pecados...
Resulta que la Corte Suprema de Justicia dejó abiertas las puertas de la impunidad al aceptar una maniobra judicial que va a dejar en el oparei uno de los más casos más escandalosos de “presunta corrupción”, protagonizado por un legislador. La Corte aceptó una acción de inconstitucionalidad presentada por Gabriela Quintana, más conocida como la niñera de oro, quien siguió el ejemplo de otro funcionario que logró que la misma Corte le autorice a cobrar doble remuneración, en Itaipú y en el Consejo de la Magistratura.
Si la niñera Gabriela lo logra, el senador Bogado se va a librar del proceso por supuesta estafa y cobro indebido de honorarios.
El artículo 105 de la Constitución Nacional dice que “ninguna persona podrá percibir como funcionario o empleado público más de un sueldo o remuneración simultáneamente, con excepción de los que provengan del ejercicio de la docencia”.
La acción de la niñera contra el artículo 2 de la Ley 700/96, que reglamenta el artículo 105 de la Carta Magna (que prohíbe la doble remuneración), es la clave que puede darle la impunidad absoluta a su jefe, el senador colorado Bogado.
Según la acusación fiscal, la niñera de oro ingresó a la Cámara de Diputados, del 2 de julio hasta el 30 de setiembre de 2008. Fue nombrada luego el 17 de febrero de 2010 a setiembre del 2013, con un salario de G. 13.237.400. Al mismo tiempo, fue contratada por Franklin Boccia, quien era entonces director de Itaipú, el 4 de marzo de 2013, a pedido de Víctor Bogado, con un salario de G. 8.793.300. Su contrato con la binacional terminó en octubre de ese año; por todo eso, la Fiscalía había pedido para ella juicio oral por cobrar dos salarios del Estado.
Y ahora que el caso por fin parecía llegar a juicio después de años y años de chicanas judiciales, resulta que la Corte Suprema de Justicia les va a regalar nomás la impunidad que hace rato estaban buscando.
La famosa niñera de oro supuestamente se desempeñaba como niñera de la familia del entonces diputado y ahora senador, y su salario se lo pagamos entre todos.
Ella percibía doble salario del Estado, tanto como empleada de la Cámara de Diputados como de Itaipú, con nombramientos y comisionamientos solicitados por Víctor Bogado.
La segunda mala noticia es que tendremos que seguir trabajando mucho, mucho, mucho para seguir manteniendo miles de zánganos, a sus esposas, sus hijitos, sus niñeras, sus amantes y otras plagas.