Euclides Acevedo lamentó la homilía realizada este domingo por el obispo Claudio Giménez, dijo que no fue muy clara y contradice la línea política establecida por el papa Francisco.
Monseñor dijo que los masones mienten al decir que son católicos para ganar adeptos.
“Yo soy católico de términos jurídicos porque me bauticé y milité mucho en el catolicismo, sobre todo cuando estaba en el Colegio Jesuita del Cristo Rey. Puedo decir que soy un cristiano convencido”, dijo Acevedo, uno de mayores exponentes de la masonería en Paraguay.
Cuestionó que la apertura y tolerancia del Sumo Pontífice no se compadece con lo expresado por el obispo Giménez.
“Lamento mucho que los católicos no tengan una orientación muy clara. Qué van a entender de la masonería la mayoría de la gente que estaba ahí en el patio de la Virgen”, manifestó a radio Monumental 1080 AM este lunes.
La masonería no es una religión
Acevedo aclaró que la masonería es una institución filosófica, filantrópica y política porque está interesada en la situación de la sociedad y del Estado.
“No es una religión, estamos en contra del fanatismo porque nuestro principal adversario es la ignorancia y en la ignorancia se funda el fanatismo, que es el motivo fundamental de la fragmentación de una sociedad y de las instituciones”, sostuvo.
También aclaró que este sector no compite ni rivaliza con nadie al tener en su seno a librepensadores que buscan la libertad, la fraternidad, la igualdad y la verdad por la vía del método científico.
Negó que la logia tenga poder, como piensa la sociedad y que encubran a sus miembros involucrados en hechos ilícitos.
“Si tuviéramos el poder que dicen que tenemos, el Poder Judicial hubiera mejorado notablemente. Hay mucha gente que busca entrar en la masonería para obtener poder y dinero, nada más lejos de nuestros principios”, afirmó.
Si bien admitió que están obligados a ayudarse entre ellos, no significa que sean cómplices.
“Mucha gente cree que nosotros amparamos, protegemos y le damos sombrilla al delito, y eso no es verdad. En este país está muy vigente la cultura de la sospecha y la gente prefiere la sospecha antes que la verdad, porque permite la subjetiva especulación y la verdad obliga a tomar un posición”, indicó.