Rebeca Libster, una de las propietarias de la joyería se mostró orgullosa por haber llegado a los 100 años con cuatro generaciones de Libster.
“La firma la fundó mi abuelo y ahora alguno de nuestros hijos están colaborando muy de cerca con nosotros”, comentó Rebeca.
A la fecha la joyería Maruricio Libster SA cuenta con un solo local ubicado sobre la calle Palma. Es allí donde reciben a sus clientes, le brindan una atención personalizada y los orientan en caso de ser necesario.
“Años atrás tuvimos sucursales pero siempre hemos tropezado con el inconveniente que siendo un rubro muy especializado se requieren conocimientos especiales tanto para vender como para diseñar y fabricar las piezas solicitadas por los clientes, y no hay mucha gente preparada para ello”, argumentó.
Mauricio Libster fue fundada por el abuelo de Rebeca y levantada con mucho esfuerzo por sus padres. Actualmente están al frente de la misma tres hermanas que son socias y apuntan siempre a ser una joyería tradicional.
“Nos hemos mantenido evolucionando constantemente y tratando de llegar a un público de todos los niveles, con líneas de artículos de vanguardia, diseños modernos y renovados y manteniendo líneas clásicas, para todos los gustos”, finalizó.