EFE
Río de Janeiro
La economía brasileña crecerá un 3,4 por ciento el próximo año por debajo de la meta del 5 por ciento que se impuso el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, según un estudio divulgado ayer por la patronal del país.
“La tendencia para 2007 muestra un escenario de aceleración moderada del ritmo de crecimiento de la economía brasileña”, según el informe “Economía Brasileña: Desempeño y Perspectivas”, elaborado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
El mismo estudio calcula para este año un crecimiento del 2,7 por ciento, igualmente por debajo del 3,2 por ciento esperado por el Gobierno.
La patronal revisó a la baja su previsión inicial debido a que hasta hace tres meses calculaba que el crecimiento del país este año sería del 3,7 por ciento.
Según las últimas cifras oficiales, la economía del mayor país latinoamericano creció un 2,5 por ciento en los primeros nueve meses del año en comparación con el mismo período de 2005.
Tal índice es similar al del mismo período de 2005 (2,6 por ciento) y compatible con los cálculos de los economistas privados, que prevén un crecimiento del 2,8 por ciento para este año.
La economía brasileña creció un 2,3 por ciento en 2005 frente al 4,9 por ciento de 2004 y ha crecido a un ritmo del 2,5 por ciento anual, en promedio, desde 1995.
Los empresarios atribuyeron el decepcionante crecimiento esperado tanto para 2006 como para 2007 a la reducida tasa de inversión del país, cercana al 20 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), así como a la apreciación del real frente al dólar y a la expansión del gasto público.
Según la patronal, en 2007 las importaciones aumentarán un 15,2 por ciento, mientras que las exportaciones sólo crecerán un 5,2 por ciento.
RITMO MODERADO. “La industria seguirá con un ritmo moderado el próximo año en virtud de la permanencia del real apreciado y de la pérdida de competitividad frente a los competidores extranjeros”, según el estudio.
La CNI es la patronal que más presiona al Gobierno para que adopte medidas que frenen la apreciación del real, que supuestamente ha reducido la competitividad de los productos brasileños en el exterior.