Argentina consideró que el fallo a su favor, emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, dejó a Uruguay sin excusas para negarse a negociar una solución al litigio por la instalación de papeleras en ese país.
“Argentina mantiene la misma vocación de resolver los problemas”, apuntó el ministro del Interior, Aníbal Fernández, para quien “hasta por razones históricas” argentinos y uruguayos deben buscar un arreglo porque “son un mismo pueblo unido por un río”.
En Gualeguaychú, cuya población bloquea el paso a Fray Bentos desde el 20 de noviembre pasado, la decisión de la CIJ era aguardada con pesimismo, hasta el punto de que se había comenzado a construir un refugio a la vera del camino hacia la ciudad uruguaya y a organizar una marcha de repudio al pronunciamiento del tribunal.
“Ahora esperamos que Uruguay retome el diálogo: hemos levantado los bloqueos cuando ellos dijeron que iban a negociar, pero no cumplieron y por eso reanudamos las protestas”, declaró Jorge Vargas, uno de los asambleístas, a radios locales.
También festejaron el fallo de la CIJ los miembros de la Asamblea Ambiental de la localidad de Colón, que ratificaron su decisión de mantener los bloqueos por lapsos de seis a siete horas diarias en el paso hacia la ciudad uruguaya de Paysandú.
En mayo pasado, Argentina presentó una denuncia ante la CIJ por la construcción en Fray Bentos de la planta de Botnia y otra de la empresa española Ence, un proyecto que considera que infringe el tratado del río Uruguay que ambos países firmaron en 1975.
En noviembre pasado, Uruguay planteó una reclamación ante el máximo órgano judicial de la ONU para que Argentina garantice la libre circulación de personas y mercaderías entre los dos países.
Ence quedó al margen del conflicto al anunciar su decisión de trasladar su planta a la localidad de uruguaya de Pereyra, sobre el río de La Plata, el otro hito fronterizo entre Argentina y Uruguay. EFE