14 feb. 2025

La chofer de Roa Bastos revela fotos e historias inéditas del autor

Sergio Noe

Fotógrafa.  Lea Rodas muestra una toma de su colección.

Fotógrafa. Lea Rodas muestra una toma de su colección.

A mediados de los noventa, Lea Rodas trabajó como chofer del escritor Augusto Roa Bastos, tiempo en el cual tuvo el privilegio de capturar fotografías inéditas del literato durante sus recorridos por Asunción y el interior del país.

En 1996 el escritor decidió radicarse definitivamente en Paraguay, tras un largo exilio en el exterior, y en esa etapa inicial de su retorno al país, Rodas le ofreció trasladarle gratuitamente al premio Cervantes paraguayo, a quien admiraba enormemente.

“Lo conocí personalmente luego de unas reuniones sociales en la que Mito Sequera me presentó a Roa. Como él no conducía ni tenía vehículo en Paraguay, me ofrecí a trasladarlo. Al principio se resistió. Luego me llamó y aceptó mi propuesta”, señala Rodas. Revela que desde el primer momento que acompañó al autor, llevaba una cámara profesional que le había comprado al fotógrafo Jorge Sáenz.

“Durante los traslados, comencé a registrar los momentos personales de Roa. Incluso, tuve la oportunidad de tomar fotos cuando sus hijos de Francia lo visitaron y recorrieron con él la ciudad de Iturbe”, comenta. Rodas logró captar cientos de gesticulaciones y expresiones faciales de Roa, que aún se desconocen, en muchos casos..

ESPECIAL. De todas las imágenes de su colección, Rodas guarda una especial predilección por una sesión fotográfica que realizó en la Iglesia de Santa Rosa, del Departamento de Misiones.

En esa ocasión, asegura que contempló a un Roa “más abierto” y con un “espíritu casi de niño”, distinto al Roa usualmente “reservado”.

“Se subió al campanario de la iglesia (de Santa Rosa, Misiones) y después de un rato de contemplar las campanas y sentarse en la cornisa de la torre, me llamó y me pidió que le tomara unas fotos. Se sentía feliz e hizo unos gestos únicos. Fue algo inusual que me sorprendió, ya que lo percibí más suelto y abierto de lo normal. Generalmente yo siempre tomaba la iniciativa de capturar las fotos. Sin embargo, en esa ocasión fue él quien me llamó para que lo fotografíe”, recuerda.

Rodas trasladó al escritor a las múltiples conferencias y encuentros que ofrecía a los jóvenes en todo el país, y durante los viajes, compartió amenas conversaciones.

PANCHA Y ELISA. De las numerosas pláticas que mantuvo con el autor de Contravida, rememora que le contó una versión distinta de su narración sobre la historia de Pancha Garmendia y Elisa Lynch, una obra sobre la cual había escrito en ese entonces.

“Cuando me narraba una historia, Roa esperaba mi reacción. Buscaba, indirectamente, mi parecer sobre la historia y quería saber mi opinión sobre cómo percibía esa narración”, comenta.

También le hablaba, según refiere Rodas, sobre el rol de la lectura en la vida de las personas. En ese sentido, revela que Roa decía que los lectores “construyen” nuevamente una historia con la constante “relectura” de un material.

MÁS. La fotógrafa y chofer del autor de Yo el Supremo dice que no faltaron fotos de encuentros en Villarrica, Iturbe, Asunción, e incluso, tomas realizadas en Corrientes, ciudad argentina donde recibió el título de doctor honoris causa, de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), en 1997.

Tras la partida del creador de Hijo de hombre, realizó una selección de su colección personal y expuso sus tomas en una muestra bajo el título de Roa en tres tiempos, que incluye imágenes realizadas en 1997.

Con el nombre de la colección buscaba mostrar aspectos de la vida del creador de El trueno entre las hojas, especialmente en la faceta con su familia, con los jóvenes y en situaciones personales. Con este trabajo, Rodas tuvo el gran privilegio de captar a ese Roa del reencuentro con su patria, algo que la llena de orgullo. Su muestra fotográfica recorrió el país y se presentó recientemente en Barcelona, España.