Hace poco más de una década mi tío, hermano de mi padre, era víctima de un grave asalto en Asunción.
En la empresa en la que trabajaba habían filtrado el dato de que iría junto con otro compañero a retirar de un banco el dinero para el pago de salario de los funcionarios; mientras regresaban a la oficina, unos asaltantes interceptaron su vehículo, robaron el bolso con el dinero y le dieron un culatazo que le produjo un severo traumatismo en el cráneo. Estuvo por varios meses en terapia intensiva.
Hoy su vida es un milagro. La fisioterapia para volver a realizar desde las actividades humanas más básicas hizo que el entorno familiar lo acompañase por años. Si bien lleva una vida que se puede calificar de normal, quedaron secuelas físicas irreversibles de aquel terrible episodio.
Esta historia familiar les cuento porque la semana pasada la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec) reveló que de un total de 3.598 empresas consultadas el 75,8% responde que aún se sigue pagando el salario a los funcionarios con dinero en efectivo.
Con el avance de la tecnología y las facilidades que existen actualmente en el sistema financiero para efectuar pagos electrónicos, inclusive pudiendo abrir cuentas bancarias de ahorro de forma totalmente gratuita, la práctica de pagar billete sobre billete es algo totalmente irracional.
No solo se expone a ese empleado que va a buscar el dinero para el salario, también se obliga al obrero a salir a la calle, subir a un colectivo y hacer el viaje hasta su hogar implorando no ser víctima de robo del esfuerzo de todo un mes alojado en su bolsillo.
Los niveles de pago en efectivo son dramáticamente altos; por ejemplo, en las empresas del sector industrial lo hacen hasta un 73,8%; en el comercio, un 76,9%, y las empresas de servicios, un 76,4%.
El reporte estadístico señala además que hay un 17,2% de las compañías que abonan el salario a través del cheque que, en la práctica, viene siendo casi lo mismo, pues el trabajador al efectivizar su dinero, vuelve a exponer su seguridad.
Los medios tecnológicos son el sistema más seguro que tienen los trabajadores para recibir el importe de sus ingresos; sin embargo, apenas un 3,4% de las empresas en Paraguay que abonan los haberes vía transferencia electrónica y hasta un 2,5% lo hacen con el instrumento de las tarjetas de débito.
Estos datos revelados por el estudio de la Dgeec obligan al Ministerio del Trabajo a buscar un normativa que impida esta innecesaria exposición que sufren los trabajadores en todo el país.
inseguridad. La gravedad del problema se evidencia en los propios datos estadísticos que maneja la Policía Nacional que reporta que cada año hay entre 1.800 a 1.950 robos en la vía pública.
Estos delitos representan el 40,4% del total de los robos que se realizan en un año.
El 74% de los asaltos son por parte de motoasaltantes o los mal conocidos también como motochorros, y en un 24% los asaltos se realizan desde automóviles.
La situación es insostenible y merece un profundo análisis para las nuevas autoridades y también de los directivos de las empresas.
Al año, en concepto de pago de remuneraciones las empresas mueven USD 3.120 millones según la Dgeec; gran parte de este dinero se circula en la calle, poniéndose en riesgo el valor más preciado: la vida humana.