Entendiendo la democracia como un sistema político que defiende la soberanía del pueblo, y su derecho a elegir y controlar a sus gobernantes, se puede afirmar que una de las cámaras que conforman el Poder Legislativo fracasa estrepitosamente al ajustarse al ideal democrático. En Diputados se representan intereses personales y partidarios y en muy contadas ocasiones se legisla pensando en la ciudadanía.
Un resumen de agravios sería interminable, por lo que citar los recientes eventos bastará para ilustrar la vergüenza.
Debido a la complicidad de sus colegas y correligionarios, el caso por el cual está procesado el diputado colorado Éver Noguera se encamina hacia la impunidad, debido al bloqueo impuesto desde la Cámara Baja a la investigación de la Fiscalía, que solicitó su desafuero tras imputarle por administración en provecho propio y asociación criminal. Protegido tanto por el cartismo como por el abdismo, el diputado logró acumular una gran fortuna mediante contratos con el Estado; de hecho, el caso por el que está imputado es el mismo que afronta el senador colorado Rodolfo Friedmann, por negociados en la compra del almuerzo escolar de la Gobernación de Guairá.
La Cámara Baja tampoco ha despojado la investidura a otro de sus colegas, el colorado Tomás Éver Rivas, quien está imputado por la Fiscalía Anticorrupción. Está acusado de haber hecho figurar a sus tres caseros como funcionarios públicos para pagar sus salarios con dinero del Estado, descubiertos a raíz de una serie de publicaciones periodísticas de Última Hora en el año 2017, que corroboraron que los supuestos funcionarios del legislador en el Congreso Nacional no prestaban servicio alguno en la sede legislativa, pero igual cobraban salarios.
Sin embargo, estos mismos diputados que de manera corporativa siguen protegiendo a colegas imputados, y se rehúsan a despojar del privilegio de los fueros a estos legisladores a quienes la Justicia investiga, pretenden expulsar de la Cámara a Celeste Amarilla por haber criticado a la reina de España.
En el sistema democrático del que formamos parte podemos coincidir o estar en desacuerdo con las opiniones expresadas por la diputada liberal, lo que resulta inadmisible es que se tome esta situación como excusa para venganzas personales y políticas, y al mismo tiempo desplegar el ajedrez partidario para reemplazarla haciendo cálculos políticos y amenazas.
Una breve mención a un diputado colorado antivacunas, un personaje que desde el inicio de la pandemia del Covid-19 se ha dedicado a propagar ideas dañinas y disparatadas en contra del uso del tapabocas, con total inconsciencia e impunidad y omitiendo la gravedad de la situación y la realidad sanitaria del país.
Los diputados, como representantes del pueblo, deshonran con todos estos actos su importantísimo rol dentro del sistema democrático. Es inmoral que un país empobrecido y desigual, como lo es el Paraguay, que intenta recuperarse de la grave crisis económica que dejó la pandemia del Covid, deba sostener los privilegios de una clase política que no deja de decepcionar y traicionar las expectativas de una ciudadanía.