La hinchada esperó otro triunfo. Los azulgranas aguardaron otro buen rendimiento del equipo de Cerro Porteño, como lo fue el miércoles pasado contra Libertad.
No fue así, pues el Ciclón cayó por 1-0 ante Tacuary. Novedades hubo en la Olla de barrio Obrero, pues el viernes, dos sacerdotes -Antolín Valenzuela y Lucio Arana- bendijeron el estadio (salpicaron con agua bendita) y en especial el arco sur (hacia la Avenida Novena).
Y vaya paradoja. Precisamente el gol de Tacuary se dio hacia la portería sur, y pareciera que la visita fuese la que recibió la bendición.
Para Cerro era una buena ocasión para ir escalando posiciones y esperando los tropiezos de quienes tienen mayor puntaje como Libertad, Sol, “12" y Guaraní.
SE COMPLICA. Con la derrota, las chances del Ciclón se complican, pues las fechas pasan y en esto no hay retroceso ni ya quedan las revanchas.
Cosas del fútbol. Cerro llegaba como favorito, pues su fútbol venía creciendo y la apuesta de las fichas era para el elenco local. Intentó, pero quedó en eso.
“No puedo abrir y cerrar el campeonato en cada partido” dijo el entrenador azulgrana Pedro Troglio, haciendo alusión a que en cada cotejo Cerro se elimina o tiene posibilidad. “Es bárbaro lo que pasa en esta cancha. No encuentro mucha explicación”, alega Troglio, para alimentar más de que en la Olla existe una especie de hechizo o sortilegio que impide el equipo llegar a ganar.
En la próxima fecha juega ante Olimpia y el trabajo de Troglio es levantar el ánimo.