En todo el país existen contabilizados 57 sitios vitales para la preservación de las aves que son habitualmente utilizados por los especialistas para el conteo anual o semestral de las especies preexistentes o nuevas.
Estos lugares sirven de albergue temporal o definitivo a las aves, pero indudablemente la Bahía de Asunción es un sitio privilegiado para la observación de especies de la avifauna por la alta densidad poblacional que aglutina.
Por eso, llegamos hasta el Banco San Miguel ni bien despuntó el alba de un día claro para observar las aves que utilizan esta área como hogar permanente o lugar de paso. Estuvimos en compañía de miembros de la organización de Guyra Paraguay, muchos de ellos biólogos y ornitólogos especialistas en la observación y estudio de las especies que anidan en la Bahía.
Una de ellos, la ornitóloga Leticia López, nos explicó el sistema que utilizan para realizar el censo de aves. Nos aclaró que si bien es casi imposible saber exactamente cuántas de ellas habitan en el lugar, la metodología utilizada para el conteo les permite conocer las cantidades aproximadas de individuos que conforman el universo poblacional de especies.
Aunque este año la crecida inhabitual del río Paraguay jugó una mala pasada, de igual manera los especialistas de Guyra tuvieron la magnifica oportunidad de constatar un gran número de individuos de las diferentes especies de aves acuáticas residentes en el Banco San Miguel de la Bahía, como las jacanas, garzas, mbiguas, gaviotines, garcitas azuladas, entre otras; las cuales aprovechan la disponibilidad de recursos existentes dentro del agua (alimentos) para abastecerse.
Esto demuestra, indicaron los especialistas que el ambiente de la zona sigue siendo propicio para la conservación de estas especies, a pesar del aspecto abandonado y sucio que presenta, lo que juega en contra de convertir este sitio en ideal para incluirlo dentro del itinerario de turismo ecológico en Asunción.
CENSO. Leticia López nos comentó que el proceso de conteo de las aves varía de acuerdo al sitio en donde los especialistas se ubiquen para realizar la actividad. Los conteos que se realizan en las lagunas cercanas, por ejemplo, pueden resultar muchos más fáciles y rápidos, por tratarse de lugares más reducidos que otorgan la posibilidad de contar a todas las aves posadas en el agua.
En tanto que en los sectores con superficies acuáticas más extensas, el proceso se vuelve más intrincado, aunque no imposible, y el conteo e individualización de los pájaros permite obtener tendencias sobre la cantidad aproximada de cada especie que habita o se posa en el territorio de la Bahía, según lo explicado por Leticia.
La ornitóloga indicó que para realizar el censo, los especialistas se dividen por zonas y extensión de superficie; siempre van munidos de sus binoculares o telescopios especiales para una mejor visualización de las aves a la distancia. Leticia comentó que cuentan a las aves en vuelo de acuerdo a la dirección en que se dirigen y cuando uno se aleja de la manada y retorna por la misma ruta ya hecha asumen que se trata de un ave ya censada.
“El hecho de observar las aves que se encuentran en una laguna pequeña siempre te facilita el conteo, pero nunca podés tener el total, siempre se obtienen tendencias. Hay especies que son fáciles de contar porque son aves grandes como las cigüeñas, por ejemplo.
También están las aves pequeñas, que podemos identificar de acuerdo a la silueta, el color, el comportamiento, pero nunca las podemos contar a todas, porque resulta más complicado por el tamaño”, explicó Leticia.
ANTECENDENTES. López nos comentó que los censos de aves se iniciaron en el país hacia el año 1987, aproximadamente. Estos conteos eran realizados por estudiosos en forma individual y solitaria, generalmente, sin el apoyo de ninguna organización.
Posteriormente, en 1992 se iniciaron los censos más organizados hasta llegar al año 2001 en que esta actividad empezó a ser encarada por Guyra Paraguay.
Generalmente, los censos se realizan dos veces al año, en junio y febrero, aunque este año la crecida del río ha dispersado un poco a las aves, que se muestran menos, por los escasos lugares secos existentes para posarse.
“Las aves siempre tratan de encontrar mejores condiciones para ellas, son oportunistas, van en busca de un lugar adecuado en donde posarse o encontrar alimentos. Además, ellas se mueven en respuesta a los recursos que les ofrece un sitio, no es que emigren, sino que simplemente pueden estar en un lugar u otro si eso les facilita el acceso a los recursos que precisan para sobrevivir”, explicó.
Otro sistema utilizado para el conteo es el de captura y recaptura para el marcaje de las aves con un código, que ayuda a conocer la cantidad aproximada de población de una especie, monitorearlas y estudiar su comportamiento.
LIMPIEZA. La zona del Banco San Miguel en la Bahía de Asunción fue declarada como área protegida por la Secretaría del Ambiente, aunque eso no ha evitado que esta zona de rica diversidad biológica se encuentre descuidada, sucia y abandonada.
La Municipalidad de Asunción ha manifestado oficialmente su interés por colaborar en la preservación de las especies, por lo que primeramente tendría que tratar de buscar la forma de mantener limpio la zona aledaña al Banco San Miguel.
Durante nuestro corto “viaje” hasta la Bahía, pudimos comprobar que el acceso es extremadamente intrincado y difícil, con arbustos que tienen hasta un metro de altura.
No obstante, el abandono y la suciedad no evita que por las noches el sitio se convierta en “villa cariño”, según comentaron los técnicos de Guyra Paraguay. Además, el aumento de la inseguridad en el sector no contribuye en nada a convertir el Banco San Miguel en un sitio recomendado para el turismo ecológico, a pesar de exhibir una rica diversidad avifauna.
Ante esto, las autoridades municipales podrían tomar algunas medidas tendientes a mejorar el área y convertir la Bahía de Asunción en un sitio atractivo para la visita, observación y preservación de las innumerables especies de aves existentes en el lugar.
Leticia también nos comentó que la organización Guyra Paraguay se encuentra desarrollando un plan que pretende involucrar más a la comunidad aledaña a esta zona de la capital, como a los pescadores por dar un ejemplo, en la visualización de las especies que habitan en el Banco San Miguel. La experiencia y los conocimientos empíricos que de estas personas pueden ayudar a identificar a las nuevas especies de aves que pasan por ahí o que ya desaparecieron definitivamente del lugar.