Una chipa pasó a la historia visitando el espacio el jueves pasado, para luego descender nuevamente a la Tierra. La idea nació en la mente de estudiantes de la Facultad de Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y de Ingeniería Informática de la Universidad Católica.
El operativo fue apoyado por la Dirección de Meteorología para convertirse en realidad. Esta institución estatal puso la infraestructura para concretar el lanzamiento de la chipa al espacio, mientras que los estudiantes colocaron cámaras a una sonda meteorológica para captar la aventura.
Uno de los alimentos más preciados de la gastronomía paraguaya llegó 33 kilómetros acoplada a una sonda meteorológica. Este instrumento técnico fue midiendo datos relacionados a la temperatura de la atmósfera, la humedad, el viento y el nivel de presión.
La cocinera de la chipa espacial
Doña Selva es la mujer que cocinó la chipa que llegó al espacio. Ella pasó a la historia junto con su creación. Se mostró emocionada por haber formado parte del experimento.
“Siempre hago chipa de manera familiar. Mi marido es el que vende en el negocio que tenemos y con eso nos mantenemos diariamente. Esto es lo máximo para mí. Estoy emocionadísima porque se va a ir al espacio”, dijo ante las cámaras en un video publicado por los estudiantes.
Un lanzamiento por día
Eduardo Mingo, gerente de Pronósticos Meteorológicos de la Dirección de Meteorología, contó al Diario Última Hora que forman parte de una Red Global de Vigilancia Atmosférica, por lo que diariamente se realizan lanzamientos similares para recabar datos de la atmósfera.
“Una vez al día realizamos el lanzamiento de una sonda meteorológica, solo que no tenemos las cámaras como los estudiantes que esta vez pudieron captarlo todo”, explicó.
Lo novedoso para el experto es que, por primera vez, recuperaron la sonda que normalmente se pierde en el espacio. Este recurso de medición está compuesto por sensores que ayudan a tener los detalles específicos de humedad, velocidad del viento, temperatura, entre otros detalles.
“Normalmente las sondas no la recuperamos, pero esta vez los chicos pusieron un GPS para recuperar la cámara. Gracias a ello pudo regresar la chipa a la Tierra, al igual que la sonda. Esa es una novedad para nosotros”, contó.
Falta de presupuesto
Explicó que este tipo de lanzamientos se hace periódicamente, es decir, dos veces al día, noche y mañana, sin embargo, por cuestiones financieras hacemos un solo lanzamiento por día. A las 9.00 aproximadamente.
¿Cómo se realiza el lanzamiento?
“Nos ubicamos en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi y, ya teniendo un permiso, avisamos a las autoridades de la Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac) para realizar el lanzamiento”, contó Mingo.
Lo que lanzan son globos que se inflan con hidrógeno hasta cierta medida. Este inflable se eleva llevando consigo una cajita con instrumental meteorológico. Cuenta con un paracaídas para que no se dañe el instrumento en su descenso. La caja solo pesa 300 gramos.
Los vuelos normalmente duran tres horas y llegan a 26 kilómetros, sin embargo, esta vez la chipa superó el récord llegando más alto.
“Los datos que recabamos hacen que conozcamos la condición de la atmósfera superior. Generamos un perfil vertical de ella con eso y sabemos cómo está la temperatura, el viento, la humedad”, precisó.
Estos datos sirven luego para ser utilizados en los simuladores atmosféricos que dan condiciones para los pronósticos. En lo que va del año, Meteorología ya lanzó 300 sondas de este tipo.