29 mar. 2024

La Argentina da el salto a mercado emergente en una situación delicada

EFE

Confianza.  La  posición que le dieron a  la Argentina, como mercado emergente, podría significar un empuje a su economía.

Confianza. La posición que le dieron a la Argentina, como mercado emergente, podría significar un empuje a su economía.

BUENOS AIRES - ARGENTINA

El salto de Argentina a mercado emergente desde la categoría de frontera en los índices de MSCI supondrá un mayor flujo de capitales al sector financiero del país y un empujón a su confianza en un momento especialmente delicado por la fragilidad del peso y la llegada del FMI.

El miércoles, la calificadora estadounidense MSCI devolvió a Argentina una posición que perdió en el 2009, dentro de una clasificación que es tomada como referencia por buena parte de los fondos e inversores internacionales, que tienden a igualar en sus carteras la composición de esos índices, en los mercados de acciones y de deuda.

El profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Católica Argentina Ignacio Carballo explicó que la clave para la llegada prevista de un mayor flujo de capitales es que el mercado de los países emergentes, que la nación sudamericana ahora comparte con otros como China o Rusia, es 80 veces más grande que el de economías de frontera, que incluye a Serbia o Líbano.

Esto, junto a una menor percepción de riesgo, atraerá a Argentina unas inversiones que los analistas estiman entre 3.000 y 5.000 millones de dólares, aunque con destino al sector financiero, mientras que su impacto en la economía real sería mucho más tardío y sujeto a condicionantes.

Carballo afirmó que una de las primeras reacciones será una revalorización de las acciones argentinas, y de hecho, en la primera jornada tras conocerse la decisión de MSCI, la Bolsa de Buenos Aires rebotó más de 6%, un beneficio directo que, para los más optimistas, hará que esas compañías apuesten por inversiones productivas. Además, las firmas cotizadas tendrán la posibilidad de financiarse en el mercado de valores, en vez del de crédito, poco accesible por las elevadas tasas de interés, lo que a su vez dejaría disponible un mayor flujo de préstamos para las empresas que no forman parte de los mercados bursátiles. También la deuda de Argentina tendría una mayor demanda que, por consiguiente, abarataría su coste, aunque tras acudir al rescate del FMI el recurso a la financiación privada será mucho menor.