En un momento en que hay una constante movilización ciudadana y una fuerte crítica al Gobierno del presidente Horacio Cartes, por haber emitido decretos que permiten aumentar la deforestación, se ha conocido un proyecto del Servicio Nacional de Catastro (SNC) que buscaría suprimir los incentivos para mantener extensiones de bosques naturales en las fincas rurales.
Aunque luego el director de Catastro, Francisco Ruiz Díaz, aclaró que la propuesta en realidad busca eliminar los artículos que permiten las exenciones solamente en los decretos que establecerán nuevos valores fiscales, los que son promulgados por el presidente de la República a fines de cada año, y no afectaría al área de reserva del 25% establecido por ley, la desconfianza está instalada, teniendo en cuenta que el actual Poder Ejecutivo ha mostrado poca voluntad en detener el intenso ritmo de deforestación y, por el contrario, según las denuncias de organizaciones ambientalistas, ha contribuido significativamente a aumentar la depredación forestal.
Uno de los últimos informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO-ONU), dado a conocer este año, sostiene que el Paraguay ha perdido el 27,6% de sus bosques, desde 1990 hasta 2015, siendo el país que más ha deforestado en toda América del Sur. El área de mayor depredación se encuentra en el Chaco, donde, según la organización Guyra Paraguay, se da un promedio de deforestación de 839 hectáreas por día.
Las mayoría de las organizaciones ambientalistas coinciden en cuestionar que, en setiembre de este año, el presidente de la República, Horacio Cartes, a través del Decreto 7702 y la modificación de la Ley 422/13 dejó prácticamente sin protección a los recursos forestales del país, modificando las áreas de reservas naturales, presuntamente buscando favorecer a intereses particulares de establecimientos ganaderos. Demandando la rectificación de estos decretos, se vienen realizando varias movilizaciones y protestas.
En este contexto, la propuesta del Servicio Nacional de Catastro despertó alarma en distintos sectores. El presidente de la Unión de Gremios de la Producción destaca que para ellos “es casi una maldición tener bosques” por la falta de incentivos. Sin embargo, frente a este reclamo es oportuno tener en cuenta la crítica de sectores ambientalistas, en el sentido de que hoy se cobra muy bajo impuesto a las propiedades productivas, ya que a partir de anteriores modificaciones por decreto los productores rurales solo pagan el impuesto inmobiliario aplicando una tasa que no es de mercado, sino sobre la tasa fiscal, que implica un 10% del precio real de la tierra.
La actualización fiscal que propone el Servicio Nacional de Catastro es necesaria, pero hay que tener cuidado de que no contribuya a acelerar el alto ritmo de destrucción de nuestros bosques.