El más esperado. La duda sobre la aparición o no de Lugo en el local de la Concertación se apoderó de la prensa hasta que finalmente se disipó con la noticia de que fue el primero en llegar. También fue el primero en irse, dejando a los periodistas de diferentes medios con la pregunta en la boca.
Conmoción. La tempranera presencia del ex religioso sorprendió hasta a los funcionarios de la casa de la Concertación. Para matar el tiempo, Lugo salió al balcón del local para bromear con algunos de los periodistas que ya estaban presentes, pidiendo que le hagan algunas tomas.
Apatukamiento. Esta palabreja no podía faltar en la reunión de prensa que ofrecieron los líderes de oposición. Cuando los periodistas intentaron ubicarse para las grabaciones, el diputado liberal Blas Llano pidió socorro, porque dijo que estaba siendo “apatukado” por una de las colegas.
Sin previo aviso. Al parecer el conductor de Lugo no manejaba las instrucciones precisas para la retirada. Es que hasta él se sorprendió por la presurosa salida del ex religioso, que llegó hasta su vehículo y tuvo que hacerle recordar hasta que debía cerrar la puerta para evitar el acoso de la prensa.
Con asado y todo. La presencia de Lugo produjo gran alegría en el sector de la oposición, incluso dentro de la conducción de la Concertación. Para celebrarla, compartieron con los periodistas un asado, que incluyó carnes de cordero, de pollo y cerdo, aunque en el aspecto de la bebida estuvieron cortos: solo circuló una botella de vino.
Infidencias. Durante el almuerzo, los políticos trataron de llamar la atención de los periodistas gastando bromas al hacer comentarios sobre lo que supuestamente se habló en la reunión, para ver la reacción de la prensa.
Lejos de ÚH. Luego de la conferencia de prensa los presentes se fueron ubicando en las mesas. Cuando Fadul tuvo la misma intención, el único lugar que quedaba era junto a los periodistas de este diario. Como el titular de PPQ tiene diferencias con este medio prefirió aguardar que otro lugar quedara libre. O no tenía mucho apetito o su animadversión hacia Última Hora es más poderosa que el hambre.