Por Mauricio Acosta
PILAR
La Junta Municipal de la ciudad de Pilar (departamento de Ñeembucú), a través de una resolución, solicitó al intendente Carlos Silva que ratifique o rectifique sus declaraciones en torno a supuestas presiones que recibe de parte de los ediles.
El titular de la Municipalidad, en declaraciones a medios radiales pilarenses, señaló que enfrentaba estos problemas, pero no acusó a ningún concejal en especial.
El legislativo comunal emplazó a Silva para que en 24 horas de recibida la copia de la resolución remita las pruebas, incluso grabaciones y filmaciones, donde se constate los hechos de presión por parte de concejales.
Sin embargo, el intendente rechazó la intimación de los ediles y sostuvo que como ciudadano goza da las garantías constitucionales de la libre expresión de las opiniones e ideas. Agregó que estos derechos “bajo ningún punto de vista” pueden ser coartados por ninguna autoridad o particular, sin que resulte una “deleznable y lamentable censura”, apuntó.
El intendente Carlos Silva dijo que le cuesta creer que la Junta Municipal “se erija arbitraria e ilegítimamente, través del dictado de resoluciones, en un órgano inquisitivo cuyo fin sea perseguir sin miramientos y no así gobernar legislando el municipio”.
ENOJO. Los concejales municipales presentaron una minuta para emitir la resolución, molestos por las declaraciones que hizo el intendente por dos medios radiales locales. Según la resolución, el titular de la Comuna denunció recibir presiones de los concejales para nombrar gente en la Municipalidad y no necesitar de la aprobación del estamento legislativo para recibir donaciones, como un aporte de 100 millones de guaraníes de la firma Tigo.
Los ediles indicaron que “los problemas personales deben arreglarlos en la calle”, y que “es fácil criticar” sin algún tipo de pruebas.