Porque antes de Luis Fonsi, Ricky Martin, Shakira o el propio Enrique Iglesias, el mundo aprendió castellano a través de un joven madrileño que tuvo que dejar su prometedora carrera como portero de fútbol a causa de un accidente de coche y que decidió probar suerte con una exigua voz. “Aprendí a cantar en los últimos 15 años”, reconoció en una entrevista con Efe en 2010, cuando se animó a regrabar todas las canciones de su vida, unas 140 calculó él, desde la inicial La vida sigue igual con la que experimentó su primer triunfo en la cita de Benidorm un 17 de julio de 1968. Según Sony Music, de sus más de 80 álbumes se le estiman unas ventas superiores a los 350 millones de ejemplares en muy diversos idiomas, por lo que ostenta el récord Guinness al “artista latino que más discos ha vendido en el mundo”.
En esa escalada internacional, su primer gran hito consistió en participar en el Festival de Eurovisión de 1970 con Gwendolyne. Acabó en cuarto lugar, pero logró grabar la canción en cuatro lenguas distintas y coronar las listas de ventas de varios países.
En 2013 China le premió como artista internacional más popular de todos los tiempos. “Salir al escenario con 70 años es como salir a jugar un partido de fútbol con 50”, reconocía en una entrevista el pasado año en la que, no obstante, aseguraba estar en perfecto estado para ofrecer una gira por su aniversario que finalmente no se produjo. Enganchado al aplauso del público, sorprende en estos días la invisibilidad mediática de uno de los músicos más grandes de todos los tiempos, el mismo que hace unos pocos años dedicó estas palabras a sus seguidores: “Me hacéis sentir vivo. El viento de vuestras palabras es como mi oxígeno, no me dejéis morir”. EFE