Luego de casi seis meses desde que se inició el juicio oral contra al ex senador colorado cartista Óscar González Daher y su hijo Óscar González Chaves, por los hechos punibles de enriquecimiento ilícito, declaración falsa y lavado de dinero, ayer los fiscales Liliana Alcaraz y Francisco Cabrera presentaron sus alegatos finales y solicitaron diez años de prisión, así como también pidieron la inhabilitación para ejercer cargos públicos para ambos encausados.
El juicio oral sigue hoy en su etapa final y se espera muy pronto una sentencia en este caso emblemático.
Hay quienes especulan que la pena será más leve, como un efecto de blanqueo del caso y una nueva demostración de impunidad, recelando que González Daher aún tiene poderosos padrinos en el oficialismo colorado y en el Poder Judicial, pero las mejores expectativas ciudadanas están puestas en que realmente se haga justicia.
El proceso a quien hasta hace poco era uno de los políticos más poderosos e influyentes del país es una prueba de fuego para el Poder Judicial, que debe demostrar que es capaz de juzgar sin presiones ni favoritismos y no ceder una vez más ante la corrupción y la impunidad. Los ojos del mundo están puestos en este caso, tanto que el asesor legal residente del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Brian Skaret, asistió al juicio, al igual que la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez. No hay que olvidar que González Daher fue uno de los primeros políticos paraguayos declarados como “significativamente corrupto” por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Desde su feudo político en Luque, que construyó en épocas de la dictadura stronista, Óscar González Daher llegó a ser considerado incluso “más poderoso que un presidente de la República”, ya que en el 2002 el entonces fiscal Julio César Nissen pudo incautarse de un lujoso auto robado del poder del entonces jefe de Estado, Luis González Macchi, pero cuando intentó hacer lo mismo con el senador OGD, quien también tenía un vehículo similar, este se negó a entregarlo y en pocas horas mandó destituir al agente fiscal.
Fue la aparición en el 2017 de unos audios de conversaciones telefónicas que pusieron en evidencia sus operaciones ilegales de tráfico de influencias, sumados a un cambio de coyuntura política al interior del Partido Colorado (la victoria del abdismo sobre el cartismo), los que marcaron el inicio de la caída de OGD y los miembros de su clan, que hasta entonces eran considerados intocables.
Óscar González Daher perdió su investidura de senador en dos ocasiones y fue imputado en setiembre del 2018 por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y declaración falsa, junto con su hijo Óscar González Chaves.
Luego también su hermano Ramón González Daher, ex presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, fue imputado por lavado de dinero y usura.
Es de esperar que la sentencia en este caso resulte ejemplar, recordando además que esta será tenida en cuenta en el próximo examen de Gafilat sobre acciones contra el lavado de dinero en la República del Paraguay.