Cuando la Policía allanó la casa donde vivía Édgar Martínez Sacoman en Ciudad del Este, la marihuana estaba en la heladera. Eran hojas y tallos de la planta que él utilizaba para elaborar el aceite de cannabis y ofrecerlo a varias personas. Desde el allanamiento, en julio de 2016, Édgar está preso. El próximo viernes continuará su juicio oral y público por tenencia de sustancias estupefacientes y su caso podrá dejar un precedente para otros casos similares de producción artesanal de este aceite.
El fiscal del caso, Elvio Aguilera, es claro en que la causa es exclusivamente por la tenencia de marihuana y advirtió que la elaboración del aceite en Paraguay es ilegal. “No está permitido en nuestro país en forma clandestina y punto. El resto van a tratar de justificar, pero está prohibido. Así nomás es”, expresó.
El juicio oral se enmarca dentro de un ya largo debate sobre la eventual legalización del uso medicinal del cannabis en nuestro país.
La organización Mamá Cultiva Paraguay –que exige la liberación de Édgar– impulsa un proyecto de ley sobre el tema, ya que desde hace más de un año miembros del grupo suministran aceite a familiares con distintas enfermedades y trastornos, a pesar de los riesgos legales.
EL CASO. Marcelo Muller, un abogado de Ciudad del Este, sufrió graves heridas en el rostro y en el cuerpo al tumbar en un vehículo descapotable, con la capota abierta. Su cara tuvo que ser reconstruida y ahora tiene titanio dentro del cuerpo. En un encuentro de ex alumnos de su colegio, conoció a Édgar, quien le comentó del aceite y ofreció ayudarlo.
“Hace cinco años le conocí, a pesar de que entramos en el mismo colegio. Ahí contó lo del aceite, que se utilizaba para el dolor y regenerar células. Ahí se me paró la oreja. Dos meses después me consiguió un frasco. Yo utilizaba para los dolores crónicos, me llegué a acostumbrar al dolor. Después de conocer el aceite de cannabis, ya no tengo más”, comentó Muller.
El abogado contó que al viajar a Marruecos y a Europa, Édgar aprendió sobre el aceite de cannabis y sus distintas formas de extracción. Justamente una de las formas de extracción del aceite realizada por Édgar era a través del congelamiento, razón por la cual la marihuana estaba en la heladera cuando la Policía allanó su casa.
Por su parte, el fiscal Aguilera dijo que el allanamiento fue motivado por la sospecha de que la vivienda donde se elaboraba el aceite también funcionaba como un laboratorio de procesamiento de cocaína. Afirmó que se encontraron bandejas de aluminio y algunos químicos propios de ese tipo de laboratorios, pero aclaró que son puras conjeturas y que el proceso no es por la tenencia de cocaína, sustancia que no fue hallada en el allanamiento.
Al respecto, Muller indicó que la sospecha sobre el supuesto procesamiento de cocaína sale del hecho de que Édgar vivía en la casa con un ciudadano colombiano, Carlos Pulgarín, y el prejuicio de los investigadores antidrogas hacia los colombianos. La novia de Pulgarín, Estafanía Ibáñez Restrepo, también es de Colombia y fue detenida en el allanamiento. Ella igualmente está presa y procesada en el mismo juicio.
El fiscal Aguilera comentó que el proceso a ambos es por el delito de tenencia de sustancias estupefacientes sin autorización, que tiene un marco penal de 5 a 15 años de cárcel. Además, cuestionó que “recién ahora” la defensa diga que Édgar usaba el aceite con fines terapéuticos.
El juicio continúa el próximo viernes 27 de octubre. El Tribunal de Sentencia está conformado por las magistradas Alba Meza, Haydée Barboza y Mónica Rivas.
LUCHA. Laura Cardozo es madre de una bebé con epilepsia refractaria. En el juicio dio su testimonio sobre los efectos del aceite. “Ella llegó a convulsionar trescientas veces. Los médicos ya no podían hacer nada. Yo encontré que hay un grupo de mamás que dan aceite de cannabis a sus hijos. Ahora le damos una gotita a la mañana y otra a la noche, hace tres meses. Mi bebé cumplió seis meses y estamos sin convulsiones. Desde Mamá Cultiva esperamos que se le libere a Édgar porque necesitamos de gente como él”, comentó Laura.
Édgar no es la única persona procesada por fabricar este aceite. En febrero de este año, Fernando Soto fue detenido luego de que la Senad allanara su casa en Lambaré y encontrara marihuana y todos los instrumentos necesarios para elaborar el aceite.
Fernando proveía gratuitamente el aceite a muchas personas enfermas –hasta propios familiares– para aliviar distintos tipos de dolor. Luego de estar preso en la cárcel de Emboscada durante cuatro meses, Fernando recuperó su libertad y su proceso sigue pendiente de resolución. Su defensa sostiene que él ayudaba a más de cien familias preparando aceite para ellas de forma gratuita.
